Las liquidaciones anuales de la Universidade da Coruña (UDC) reflejan que en los últimos seis ejercicios, entre el de 2009 y el de 2014, los más duros de la crisis y de los recortes, se registraron descensos de sus remanentes de tesorería, de los fondos que dispone en bancos y de su presupuesto.

El saldo positivo que las cuentas de la UDC muestran a la conclusión de cada ejercicio anual desde que se tienen datos, 2003, ha ido disminuyendo a partir de 2009. Desde el cierre de la gestión de hace seis años hasta 2014 cayó en 25,6 millones de euros. Los 47,2 millones de los que disponía la institución como remanente de tesorería en 2008, se han ido reduciendo progresivamente hasta los 21,5 del ejercicio 2014, cifra que aparece en el resumen de la liquidación presupuestaria del último año.

Este remanente positivo, que se obtiene restando las obligaciones que aún no ha pagado la Universidad a la suma de los derechos reconocidos pendiente de cobro y los fondos líquidos que tiene en bancos y cajas, permite a la institución académica utilizar el excedente de sus cuentas para financiar gastos en los ejercicios siguientes.

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La UDC tenía 2,7 millones de euros ingresados en bancos al cierre de 2014 y 29,6 millones que debería ingresar y aún no lo había hecho; a la suma de estas cantidades tuvo que restar sus obligaciones pendientes de pago, que superaron los 10,8 millones; el resultado son 21,5 de remanente de tesorería.

A medida que los fondos líquidos han ido menguando, el volumen de ese ahorro que representa el remanente positivo ha sido menor. Al terminar 2008, en el mandato del rector José María Barja, la institución disponía de más de 30 millones en los bancos -los derechos pendientes de cobro eran de 24,6 millones y las obligaciones sin abonar, de 7,8-, lo que ayudaba a elevar el excedente a 47,2 millones, el montante más alto desde 2003.

En los últimos años de Barja y durante el periodo de cuatro años al frente del Rectorado de Xosé Luís Armesto, quien no se presenta en diciembre a la reelección, el remanente de tesorería se redujo un 54% y los fondos líquidos, un 91%.

El presupuesto con el que contó la Universidad también dibujó una línea descendente en estos siete años, de 137,8 millones -la mayor cuantía en la última década- a 114,9 millones de euros. Hasta este año, que subió a 116,2.

El techo que ha tocado el remanente corresponde al ejercicio 2008, cuando el presupuesto de la UDC había consolidado su crecimiento, y que se detendría al año siguiente. Antes de llegar a esa cumbre el saldo positivo de las cuentas había llegado a ser incluso inferior al del pasado año, ya que en 2003 no alcanzó los 10 millones.

Armesto y su equipo de gobierno han resaltado en más de una ocasión que la buena gestión económica de la Universidad ha propiciado que la institución pudiese echar mano de sus remanentes de tesorería anuales para afrontar gastos con cierta tranquilidad en los ejercicios siguientes, entre ellos sus obligaciones de pago comprometidas, y hacer frente a los recortes de financiación pública. Pero los sectores contrarios al rector han cuestionado sus virtudes gestoras aludiendo al incierto uso del remanente positivo de los últimos ejercicios.

La plataforma que concurrirá en diciembre a las elecciones con integrantes que presentaron candidatura al Rectorado hace cuatro años se preguntaba en junio pasado, cuando daba los primeros pasos de su constitución, por qué la UDC había impedido realizar gastos corrientes en sus centros en lo que quedaba del año por el retraso en la recepción de ingresos previstos de la Xunta, a quien demandaba el cobro de 3,8 millones de euros, si Armesto -apuntaba el colectivo- "presumía" de disponer de remanentes de tesorería. Esa restricción en los gastos fue levantada en el mes de septiembre.

Desde el entorno del Rectorado explican que la existencia de saldo positivo en las cuentas ayuda a la Universidad a compensar sus dificultades económicas, aunque no concretan qué circunstancias dan respuesta a la disminución del remanente desde que llegó a su cantidad más alta en 2008.

El remanente de tesorería actual de la UDC es seis millones inferior al dinero en ayudas que todavía no ha percibido. Las cuentas anuales recogen que el ejercicio pasado la institución registro 18,5 millones de euros pendientes de ingreso, que añadidos a los 8,9 de años anteriores dan como resultado 27,4 millones. La cifra es superior a la de los años anteriores.