Se construyó para transportar alijos de cocaína y ahora espera pacientemente comprador atracada en el muelle de Oza. La Autoridad Portuaria ha sacado a subasta una planeadora de alta velocidad que forma parte de la historia más reciente del narcotráfico gallego.

Con un casco azul y un puente de mando blanco, esta curiosa embarcación fue construida con el objetivo de camuflarse como barco de pesca y pasar inadvertida ante los ojos de Guardia Civil, Vigilancia Aduanera, Policía Nacional y todo cuerpo que se preste al combate del tráfico de estupefacientes. Pero lo que en su interior iba a transportar estaba lejos de parecerse a inocentes cajas de pescado.

Perteneció al clan de Os Mulos, llamado así por el sobrenombre con el que se conocía a su líder, Rafael Bugallo, natural de Cambados. Fue incautada el día de Reyes de 2015 por los agentes de Aduanas en un pequeño astillero situado en la desembocadura del río Anllóns, en Cabana de Bergantiños, y estaba preparada para descargar en las costas gallegas un alijo de 1.500 kilos de cocaína, que debía ser suministrado por el Coral I, un pesquero de bandera venezolana interceptado cerca del archipiélago de Cabo Verde.

Bugallo se convirtió en uno de los hombres fuerte del narcotráfico gallego después de la caída de los nombres propios que ganaron fama en los 90. Según recogen las investigaciones policiales, o Mulo comenzó su andadura en este mundo transportando tabaco para el clan de los Charlines, aunque daría más tarde el salto convirtiéndose en piloto de la organización del histórico José Ramón Prado Bugallo, más conocido como Sito Miñanco.

El mismo día que los agentes de Aduanas encontraron la planeadora se detuvo a Bugallo, que se encontraba agazapado en uno de los zulos de su mansión de Cambados, desde donde intentó dirigir esta última operación.

La Autoridad Portuaria coruñesa saca ahora a subasta este buque por un importe de 150.000 euros, sin incluir el IVA, después de haber recibido la orden de la Justicia para hacerlo. En el mismo lote salen a venta otras tres naves, cuya tasación se está rematando en estos momentos. Tres son viejos pesqueros -concretamente, el Nuevo Mar de Levante, el Navaliño 2 y el Chon- que ahora buscan comprador después de un largo tiempo abandonados en los muelles coruñeses por sus propietarios.