A poco más de un mes para que se celebren las elecciones de las que saldrá el nuevo rector de la Universidad, las espadas ya están en todo lo alto, puesto que los dos sectores que se enfrentarán en los comicios ya cuentan con sus respectivos candidatos y han comenzado la actividad para recabar apoyos. Tras el anuncio de que Daniel Pena encabezará la lista que respaldan tres excandidatos a rector en los pasados comicios -Luis Castedo, Alejandro Pazos y Manuel Recuero-, otro de los contendientes entonces, Fermín Navarrina, decidió el miércoles integrarse en esta candidatura con su grupo, Agora UDC.

Durante la mayor parte de los últimos cuatro años, la postura de esta formación había sido favorable al gobierno de Nova Luce, por lo que cuando ayer su candidato, Julio Abalde, vicerrector de Titulación, se presentó como aspirante a rector, se le preguntó por su opinión sobre este cambio de orientación. Abalde explicó que en las últimas semanas habló con Navarrina porque creía que defendía un proyecto "parecido" al de su grupo pero que observó que su interés eran "nombres y puestos", por lo que rechazó negociar con él porque no desea entrar "en un proceso de mercadeo".

El cabeza de lista de Nova Luce tuvo también palabras para los que serán sus rivales al considerar "muy raro que grupos que hace cuatro años se presentaban con programas claramente diferentes ahora sean capaces de encontrar un programa unitario". Para Abalde, en estas elecciones hay que hablar "de programas y no de personas", por lo que no le importa que sus rivales llegaron a un acuerdo para ir juntos, sino "para qué", ya que, en su opinión, la candidatura alternativa a la suya no tiene "un proyecto de universidad claro y definido, ya que hay cuatro proyectos y habrá que ver en qué se plasman".

En declaraciones a este diario, Fermín Navarrina manifestó posteriormente sentirse "francamente sorprendido" por las manifestaciones de Abalde, que a su juicio "no se ajustan a la verdad de ninguna forma", aunque optó por no entrar en lo que calificó de "provocaciones". El líder de Agora UDC explicó que hubo conversaciones tanto con Nova Luce como con el grupo de Pena porque defendía la presentación una sola candidatura al rectorado ante la "grave situación" en la que considera que se encuentra la Universidad, pero advierte de que en ningún momento hubo "mercadeo de puestos", para lo que señala que en las reuniones hubo más personas que pueden confirmarlo. Según su versión, el grupo de Abalde se negó a la unidad, mientras que el de Pena sí la respaldó. Por ahora, Pena no ha querido hacer declaraciones sobre su candidatura.

"La integración exige ganas de entenderse", replicó Navarrina a las críticas sobre la unión de cuatro excandidatos, al tiempo que manifestó su confianza en que no habrá problemas para elaborar un programa común porque todos son universitarios y quieren "lo mejor para la Universidad", así como que coinciden en el diagnóstico de que la situación es grave y que debe ser reconducida.

Abalde calificó ayer de "progresista" la candidatura que lidera y fijó como sus objetivos la defensa de la Universidad como servicio público, de la función social de la educación y de la igualdad de oportunidades, así como la calidad de la docencia, la excelencia en la investigación y la eficacia en la gestión.

Entre los logros del equipo que aún preside Xosé Luís Armesto, citó la limitación de los mandatos del rector, la adaptación de las titulaciones al proceso de Bolonia, las residencias de estudiantes de Ferrol y A Coruña (esta última aún en proyecto), la consolidación de las ayudas a los estudiantes, el mantenimiento del personal, el aumento de la investigación y el acuerdo para la docencia de Medicina.

Abalde expresó su convicción de que no habrá más candidaturas para las elecciones del 3 de diciembre porque no hay "espacio" para otra. El aún vicerrector no cree que las dificultades económicas de este año le perjudiquen porque el gerente dijo en el Consello de Goberno del miércoles que el ejercicio se terminará "con normalidad". Considerada superada la contestación a la unificación de centros y departamentos tras formarse una comisión para su estudio que a su juicio tiene "perfectamente encauzado" el proceso, cuyo resultado será "lo que decida la comunidad universitaria".