Las obras de ampliación del puente de A Pasaxe -cuyo proyecto de trazado y constructivo licitó esta semana el Ministerio de Fomento por 876.000 euros- tendrán un enorme impacto sobre el tráfico, no solo de la ciudad, sino de la comarca, ya que harán necesario el derribo del viaducto que parte de Pedralonga y sobrevuela la glorieta de acceso al puente, así como del enlace existente al otro lado de la ría, en el municipio de Oleiros. Esta situación hace que Fomento prevea ya la realización de cortes totales del tráfico durante los trabajos que implicarán la aplicación de desvíos provisionales y de itinerarios alternativos.

El ministerio considera que las obras precisarán de voladuras, desplazamiento de materiales, demoliciones y otras actuaciones que en ocasiones reduzcan el número de carriles abiertos a la circulación y que en otros casos fuercen el cierre por completo de los vehículos en algunos de los accesos, lo que tendrá consecuencias muy graves para las comunicaciones.

La construcción de nuevos nudos viarios a ambos lados del puente acabó con los interminables atascos que se producían en la ribera coruñesa por el cruce entre las avenidas de Alfonso Molina y A Pasaxe, así como con la carretera de O Burgo, mientras que en el margen de Oleiros el caos lo originaban la confluencia de la N-VI con la avenida Ernesto Che Guevara -que canaliza el tráfico desde Santa Cruz y Mera- y el propio núcleo urbano de Perillo.

Pero incluso con estas infraestructuras, el enorme volumen de tráfico que soporta el puente, calculado en 90.000 vehículos diarios, hace que se bloquee en cuanto se origina un simple accidente y que las retenciones se extiendan durante varios kilómetros.

Como conocedor de este problema, el alcalde de Oleiros, Ángel García Seoane, se felicitó ayer por la noticia de la licitación del proyecto, pero expresó su temor a que se trate de un anuncio electoral por la proximidad de los comicios estatales, al tiempo que destacó el perjuicio que causa a los vecinos el "tapón" que se forma en A Pasaxe para quienes circulan hacia o desde el norte del municipio.

La construcción de un puente de anchura similar al actual, 25 metros, que se adosará al costado que mira hacia el exterior de la ría obligará a modificar los nudos viarios actuales en ambos extremos del viaducto, ya que pasará a contar con cuatro carriles por cada sentido de la circulación, además de con aceras de 6,3 metros de anchura que incorporarán carriles para bicicletas. Aunque en la licitación del proyecto no se menciona, será necesario derribar el edificio comercial Copigal, enclavado al mismo pie del puente en Perillo, que durante mucho tiempo fue mencionado como pretexto para no acometer esta obra.

La ampliación tendrá la misma longitud que el puente actual, 225 metros, y dispondrá también de conexiones con los paseos marítimos de O Burgo, Perillo-Santa Cristina y el proyectado en As Xubias. El coste estimado del nuevo puente será de 24,5 millones de euros, aunque ese dato tendrá que concretarlo el proyecto constructivo, al igual que el tiempo necesario para desarrollar las obras. En el pliego de condiciones del concurso se fija un plazo de 7 meses para elaborar el proyecto del trazado, así como otros 9 meses para el proyecto constructivo.

A estos plazos, que empezarán a contar desde que se adjudique esta licitación a comienzos del próximo año, habrá que sumar el necesario para la realización del estudio de impacto ambiental, el periodo de información pública del proyecto y la contestación a las alegaciones, por lo que la fecha para el inicio de las obras aún está muy lejana.