Una mujer de 47 años y su hija de 24 fueron condenadas a dos años de cárcel por vender cocaína y heroína "muy adulterada" en un piso de la ronda de Nelle. La Audiencia Provincial de A Coruña, además, sentenció a cada una de ellas a pagar una multa de 1.800 euros. Las procesadas fueron detenidas el pasado 5 de febrero por los agentes de la Policía Nacional especializados en tráfico de estupefacientes, quienes observaron que había "gran afluencia" de toxicómanos en el domicilio de la joven de 24 años. Los funcionarios decomisaron en la vivienda del Agra do Orzán droga valorada en 1.800 euros. Algunas de las sustancias, que habían sido mezcladas con paracetamol, cafeína y levamisol, estaban distribuidas en envoltorios para su venta.

La madre trató de exculpar a su hija durante el juicio. Así, insistió en que la cocaína y heroína eran suyas, al tiempo que alegó que la joven se limitó "a presenciar" cómo manipulaba las sustancias. "Nadie se presta a que en su propio domicilio se realicen tareas de esa índole por muy próximo que sea el parentesco de quien las realiza", subraya el tribunal en la sentencia, en la que recalca que el argumento de la procesada no es "convincente". Los magistrados también rechazan que los estupefacientes de los que se incautó la policía fuesen para el "exclusivo consumo" de la condenada, tal y como sostuvo durante la vista oral. Su hija se negó a testificar.

"Más allá de su reconocida adicción, no parece la situación propia de un consumidor dedicarse a distribuir lo adquirido para su consumo en lugar y de forma tan peculiares", aseveran los jueces, quienes destacan que la mujer preparó dosis individualizadas en la vivienda de su hija. La Audiencia, además, insiste en el fallo en que "nadie" explicó la presencia de numerosas personas en el piso de la joven. La Policía Nacional interceptó a algunos de los toxicómanos que bajaban del edificio y les intervino droga.

La Fiscalía solicitó que cada una de las sospechosas fuese condenada a cuatro años y medio de cárcel por cometer un delito contra la salud pública por tráfico de drogas tóxicas que causan grave daño a la salud, así como al pago de una multa de 3.000 euros. El alto tribunal provincial, sin embargo, considera que la cantidad de droga intervenida por los agentes del 091 es "muy escasa" y está "muy adulterada", por lo que el beneficio que obtendrían las procesadas al venderla sería mínimo.

"Lo decisivo es la escasa entidad de un tráfico que se reduce a unos pocos gramos de tóxicos con una pureza reducida, que se distribuirían en un contexto artesanal de venta en una vivienda relativamente céntrica y fácilmente controlable, como lo demuestra el éxito policial de su descubrimiento", arguyen los magistrados en la sentencia, en la que insisten en que el negocio era "de muy reducidas dimensiones".

Por tanto, rebajaron en dos años y medio la petición de condena realizada por el Ministerio fiscal. Así, cada una de las procesadas fue penada con dos años de prisión por cometer un delito de tráfico de drogas que causan grave daño a la salud. Las imputadas pueden recurrir el fallo judicial ante el Tribunal Supremo.