Los aspersores de la renovada Marina no tienen todavía muy claro su ámbito de influencia, así que, en su giro de 360 grados, riegan las zonas verdes, pero también las piedras que las rodean. Para los pequeños, asiduos a la zona de juegos infantil, los aspersores que funcionan por la tarde se han convertido ya en sus compañeros de fechorías. Y es que, como si fuesen un columpio más, los niños los han incorporado a sus juegos. Los mayores no le han encontrado todavía la gracia al asunto, así que algunos hasta se asustan cuando se ven sorprendidos por el chorro de agua, sobre todo, cuando el riego giratorio funciona por la noche.