El hombre que intentó matar a su mujer en agosto de 2014 en el bar del Agra do Orzán en el que trabajaba fue condenado a siete años de cárcel. El procesado alegó durante el juicio que ambos "tropezaron" con el cuchillo y que al ver la sangre se asustó y salió corriendo del local. Las grabaciones de las cámaras de seguridad del establecimiento, sin embargo, probaron que el imputado atacó a la víctima con intención de matarla. "Estamos ante un hecho evidente, como sinónimo de cierto, claro y patente", subraya el tribunal de la sección primera de la Audiencia Provincial en la sentencia, en la que destaca que el vídeo corrobora la "cobardía" del agresor al lanzar objetos contra su esposa para arrinconarla en la barra, donde la acuchilló cinco veces "con golpes corporales indiscriminados cuando estaba agachada y se cubría en forma de ovillo".

El sospechoso y la víctima se casaron en 2002 y en 2009 tuvieron una hija. En 2012 pusieron fin a su convivencia y su relación fue "progresivamente deteriorándose por las exigencias del acusado respecto a las visitas que realizaba a su hija", según relatan los magistrados en el fallo judicial. El 15 de agosto de 2014 el imputado, que ya había sido condenado en 23 sentencias firmes entre 1992 y 2002, accedió al bar de la ronda de Outeiro en el que trabajaba la afectada con un cuchillo de cocina de diez centímetros de hoja oculto en uno de sus calcetines. Tal y como demuestran las cámaras de seguridad, esperó a que abandonase el local el único cliente que estaba dentro y, en cuanto se fue, arrojó a la víctima un servilletero y un taburete, al tiempo que le decía que la iba a matar. A continuación, extrajo el arma blanca, saltó la barra y arrinconó a su mujer clavándole el cuchillo hasta cinco veces. El encargado de un locutorio escuchó los gritos y acudió a la puerta del local para auxiliar a la trabajadora. El procesado salió tras él y la víctima aprovechó para huir. El hombre alertó a la Policía Local, que solo tardó unos minutos en personarse en el establecimiento porque había una patrulla en la zona. Los agentes localizaron al sospechoso en el cruce de la ronda de Outeiro y la ronda de Nelle y tuvieron que esgrimir sus armas reglamentarias para que arrojase el cuchillo al suelo. Después, lo detuvieron. La víctima necesitó asistencia médica y como secuela le quedaron tres cicatrices.

La Audiencia, además de siete años de cárcel como autor de un delito de intento de homicidio, le impuso al procesado la privación de la patria potestad sobre su hija y la prohibición de comunicarse y aproximarse a menos de cien metros de la víctima, de la que está divorciado desde el pasado mes de febrero, durante nueve años. El acusado también deberá pagar las costas procesales y abonar a la afectada una indemnización de 11.850 euros.