"Lo que no tiene sentido es que la Diputación mantenga todavía el Calvo Sotelo", manifestó ayer el presidente del organismo provincial, Valentín González Formoso, sobre el centro educativo situado en Labañou. Formoso defendió el traspaso a la Xunta de este centro, así como de la Casa Cuna y el instituto Puga Ramón, y destacó que el mantenimiento de la congregación salesiana que dirige el Calvo Sotelo le cuesta 500.000 euros al año a la institución que preside, por lo que calificó de "anacrónicos" estos asuntos.

El recinto del Calvo Sotelo cuenta también con una residencia para estudiantes en la que, mediante un convenio con la Universidad de A Coruña, se invertirán 2,5 millones de euros para su transformación en alojamiento para universitarios. Durante un desayuno informativo de la Asociación de la Prensa, Formoso defendió la existencia de "caminos intermedios y más fáciles" a la fusión de municipios, de la que destacó el "rechazo" que genera entre los vecinos, y cuestionó que esta política suponga un ahorro. "El ahorro quiero verlo", dijo sobre la unión de Oza-Cesuras, de la que dijo que supone en la práctica la existencia de "dos ayuntamientos y dos secretarios".

"No me parece inteligente que se le dé un premio", manifestó sobre la aportación de recursos destinada por el anterior gobierno provincial, del PP, a Oza-Cesuras a causa de su fusión. "No estoy cómodo con una actitud como la del alcalde", declaró sobre el regidor de este municipio, a lo que añadió que la Diputación "tiene derecho a considerar si es un proyecto interesante o no". Formoso aseguró que el Plan de Acción Social, incluido en la nueva política de planes dirigidos a los ayuntamientos que impulsa ahora la institución provincial, beneficiará más a Oza-Cesuras.

El presidente provincial se mostró también favorable a "poner sobre la mesa" el debate sobre el mantenimiento de las diputaciones. "A lo mejor las diputaciones no hacen falta, pero ¿alguien me garantiza que me van a asignar los mismos recursos y los mismos servicios?", se preguntó sobre la ayuda que prestan a los ayuntamientos.

Formoso se declaró "convencido de que su "proyecto progresista" va a "cambiar de arriba a abajo" la Diputación, en la que pretende implantar una administración prestataria de los servicios de los ayuntamientos y que quiere que sirva para paliar los "recortes" del Estado en forma de "supresión de competencias que alguien tiene que prestar y la Xunta no está dispuesta".