"Si queremos hacer un cambio en la movilidad, tocaremos muchos espacios de confort individuales y muchos hábitos diarios, y ese es uno de los temas sensibles por los que siempre hubo miedo a hablar de modificaciones", analizó en una entrevista el nuevo edil de Mobilidade Sostible, Daniel Díaz. Una reforma o revolución en su área tiene todas las papeletas para tener contestación social. No sería la primera vez. Cambios en las líneas de bus e implantación de reformas como el carril reservado al transporte público, asuntos que el Ejecutivo desea abordar en los próximos meses, han generado en la última década un malestar vecinal que, además, fue utilizado para la confrontación política.

ELas intenciones del Gobierno municipal. Respecto a las líneas de autobús, proponen una "remodelación total del mapa de rutas". Ya hubo cambios en los dos mandatos pasados, pero quieren ir más allá: "dentro del cambio hay otros pequeños cambios que hay que vender bien a la gente, como la prioridad absoluta para la circulación del transporte público o el transbordo efectivo", explicaba en verano Díaz, que espera poder presentar a principios de 2016 el nuevo atlas. Se estudian modificaciones como el regreso de los buses por Panaderas en su camino hacia Monte Alto, según avanzó esta semana. El Ejecutivo de Marea Atlántica es tajante respecto al carril para el autobús, suprimido por el Gobierno del PP: "El cambio en el modelo de movilidad pasa por la recuperación del carril bus sí o sí". Díaz añade que las vías por las que pase el transporte público "tienen que estar sí o sí libres de la doble fila".

ELa modificación de las líneas de bus. En el último decenio, se han realizado dos modificaciones importantes del mapa de rutas. La primera, durante el Ejecutivo de coalición de PSOE y BNG, y la segunda, relacionada con la reforma de Federico Tapia, en noviembre de 2014. En noviembre de 2008, el entonces edil de Transportes, José Nogueira, anunciaba la "reforma más amplia de las líneas de la Compañía de Tranvías de los últimos 20 años". Siete recorridos y tres millones de viajeros afectados. Vecinos de algunos barrios como Monelos se movilizaron en contra de la propuesta. En febrero de 2009, Yoya Neira asumía el área y realizaba una serie de "modificaciones puntuales y urgentes", recuerda la aún edil socialista, en consonancia con las demandas, que asentaban socialmente la reforma.

En noviembre de 2014, se emprenden cambios en diez de las 23 líneas de bus urbano, coincidiendo con el inicio de las obras de Federico Tapia. Tienen vocación de permanencia, salvo los tramos directamente relacionados con los trabajos. "La gran novedad", según el Ejecutivo del PP, la apuesta por sustituir el trayecto de la línea 6 por el interior del barrio de Monte Alto (Santo Tomás) y llevarlo por uno exterior por ronda de Monte Alto.

Por las declaraciones del nuevo edil de Mobilidade Sostible, no parece que el nuevo mapa de rutas vaya a limitarse a meras modificaciones de trayectos. Asegura que tendrán un aval "técnico" y que será "consensuado" con la ciudadanía. "Los vecinos siempre me dicen que quieren que por su barrio pasen más buses y con más frecuencias; yo siempre les respondo que igual la frecuencia no es lo importante, sino la eficiencia. ¿De qué vale tener un autobús cada cinco minutos si tardamos 45 desde Monelos hasta Monte Alto?", alega.

EUn carril reservado para el transporte público. El carril bus va a volver. Firme intención del Gobierno municipal, después del destierro de cuatro años del Partido Popular, que convirtió su eliminación en una promesa electoral, que se asentaba en las protestas ciudadanas. Principalmente, de los comerciantes, que lamentaban la supresión de zonas de carga y descarga. Implantado desde Federico Tapia hasta San Andrés y San Juan durante el Ejecutivo de coalición, se estudiaba extenderlo a ronda de Outeiro y Linares Rivas.

Si hubo división de opiniones entre los vecinos, el colectivo de conductores de la Compañía de Tranvías lo tenía muy claro. "Una virguería", aplaude el actual presidente del Comité de Empresa de la concesionaria, Alberto Couselo, que no halla inconvenientes en el modelo, frente al sustituto que implantó el Partido Popular, la Vía Prioritaria Vigilada. "Es un invento, puede que funcione el parking exprés pero para nosotros, nada", analiza. Para el conductor, la "onda verde" -la apertura de semáforos para los buses con retrasos- es poco más que una fantasía.

Los conductores creen que los cambios tienen que abordarse pronto y afirman están dispuestos a colaborar en su diseño e implantación. Tanto el BNG como el PSOE apoyan la reimplantación de la vía específica. El PP lo condiciona a la elección de las calles, algo que criticó cuando estaba en la oposición.

Los populares crearon y defienden la Vía Prioritaria Vigilada, que apoya un sector de la Policía Local y fue instalada a partir de noviembre de 2011. Tiene tres "patas": la onda verde o "prioridad bus", cuya existencia cuestionan los conductores de Tranvías, el parking exprés y las cámaras para la disuasión de la doble fila. Estas funcionan en Federico Tapia, plaza de Galicia, Rosalía de Castro, un tramo de San Andrés que está preparado para ampliarse en breve. Las cámaras de General Sanjurjo, donde se quitó la mediana "por seguridad" y se pintaron las líneas naranjas, nunca llegaron a instalarse. Con esta vía, aseguraba el PP, se lograrían mantener las frecuencias de los buses, "favoreciendo la cohabitabilidad de todos los medios de transporte y evitando aparcamientos indebidos y doble fila". También se registraron acciones reivindicativas en contra.

ELos planes de movilidad que definen los cambios. El Gobierno local tiene en sus manos dos planes de Movilidad a los que acudir para realizar los cambios. El primero, el de Salvador Rueda, encargado por PSOE y BNG. El segundo, el PMUS, que encargó el PP, triplicando el coste del anterior, al desechar medidas como el carril bus o las supermanzanas definidas por el estudio del catalán, que acaba de firmar el plan de Barcelona y se encargó además del de Vitoria. De nuevo, dos modelos. El concejal de Mobilidade Sostible señala que aprovechará los datos "valiosos" del PMUS, en el que ve "miedos a la hora de dar soluciones", y se alinea en algunos aspectos con el de Salvador Rueda, aunque cree que adolece de vocación metropolitana.

En una entrevista destaca que en el plan de Rueda, al que demandan volver los socialistas, sí había una propuesta de reformulación de las líneas de autobús, cuando en el PMUS se propone hacer una reforma de las líneas "pero sin dar una solución en concreto", una carencia, "que no se entiende".

EConcretar la participación y evitar la confrontación social. El Gobierno local promete que los cambios, que se avecinan profundos, serán consensuados y explicados. En el retrovisor, la oposición de diferentes colectivos a las modificaciones que se han intentado hacer a lo largo de los últimos años, algo que ha acabado condicionando, no solo los planes de movilidad, sino los programas electorales. Desde la experiencia, también a la hora de afrontar estas polémicas, la edil socialista Yoya Neira, exresponsable del área, demanda al Gobierno municipal una "Comisión por la movilidad", un órgano llevado a la práctica en Vitoria, en el que estaban representados todos los grupos políticos, los medios de comunicación, las asociaciones vecinales, agrupaciones de discapacitados, usuarios de autobús, bicicletas... Un modelo, concluye, que se ha llevado distinciones europeas que reconocen su esfuerzo por la participación social.