Ignacio Fernández Bayo asume que él es un intruso en el mundo de la ciencia, porque es "de letras", porque cuando le tocó elegir entre las ciencias y "lo otro" se decantó por alejarse de los números y las fórmulas. Ese distanciamiento duró poco, mucho menos que sus años al frente del folio en blanco para ayudar a la gente a entender qué había detrás de las investigaciones de los científicos.

Fernández Bayo recibió ayer, de manos del alcalde, Xulio Ferreiro, el premio Prisma Especial del Jurado por sus más de treinta años dedicado a la divulgación de temas científicos.

El acto de entrega de los premios comenzó con un minuto de silencio, en solidaridad con las víctimas de los atentados de París y se celebró en el salón de plenos, que estuvo presidido por una bandera francesa con un crespón negro, en señal de duelo de toda la ciudad.

En el público estaban, además de miembros de los tres partidos de la oposición, PP, PSOE y BNG, el comunicador Manuel Toharia y el exdirector de los museos científicos y del Museo Nacional de Ciencia y Tecnología (Muncyt), a los que Fernández Bayo mencionó como pilares en su trayectoria.

"El bosón de Higgs de los sueños de Moncho Núñez fue el Concello", explicó el galardonado en su discurso, que repasó la evolución de la ciudad en este campo y su estrecha relación con el mundo de la ciencia, desde la Casa de las Ciencias, a la Domus y el acuario y, más tarde, el Muncyt. Fernández Bayo defendió la labor del periodismo, como "enviado de los ciudadanos al mundo de la ciencia" para contarles qué es lo que pasa allí.

El alcalde, Xulio Ferreiro, en su discurso tras la entrega de premios, hizo una defensa de los científicos y de la divulgación de sus hechos y de que puedan trabajar en su país y no "condenados al exilio, como los estamos viendo ahora", explicó Ferreiro. En los discursos fue protagonista la racionalidad de la ciencia, frente a la "irracionalidad" de los atentados y las guerras.

Los premios Prisma distinguieron ayer a Materia, como mejor sitio web; a Pablo Linde, por su artículo ¿En qué quedamos, es bueno o es malo? Cuando lo malo se convierte en bueno, a Javier Gregori, por su trabajo radiofónico El cambio climático: ¿el tiempo se ha vuelto loco? y a Comer sin miedo, de José Miguel Mulet, entre otros.