El Concello sacará a concurso los puestos libres de todas las plazas municipales -unos cincuenta- para que puedan ser ocupados durante el mes de diciembre por artesanos y comerciantes durante la campaña navideña, siempre y cuando la mercancía que pongan a la venta esté relacionada con esta época del año.

"Los puestos que estén libres los vamos a sacar a subasta para que aquellas empresas de la gastronomía artesanal relacionada con la Navidad puedan ocuparlos en el mes de diciembre", comentó ayer el concejal de Emprego e Economía Social, Alberto Lema. Es una idea que partió de la asociación de placeras de San Agustín, pero que, ahora, se extenderá a todos los mercados municipales.

Para San Agustín, el proyecto es más amplio, ya que, en el mes de diciembre, habrá, además de esta llegada de artesanos, un festival de bocadillos gourmet, que se celebrará el 5 de diciembre, y los días 16, 17 y 18 de diciembre, la primera planta del mercado se convertirá en un espacio cultural, en la sede de Abecederias, un encuentro de editores, que coordinan Xan Arias y Miguel Anxo Fernán-Vello.

"Se trata de promocionar la cultura gallega y coruñesa pero, al hacerlo en San Agustín, entendemos que, secundariamente, se pone en valor el mercado como un espacio adecuado para este tipo de eventos", explicó ayer el concejal, que pretende conseguir que los vecinos que tengan una idea para organizar una exposición de sus productos sepan que, en el mercado de San Agustín, cuentan "con un recurso más".

"Está en un lugar privilegiado, muy céntrico, el edificio tiene un valor patrimonial y se puede tener interacción con el propio mercado, porque la gente puede ir no solo por el acto sino por la actividad que se desarrolla ahí todos los días".

En el festival del bocadillo gourmet participarán varios cocineros de la ciudad "de primer nivel" y también habrá ocho puestos de restaurantes que elaborarán un bocata de autor, que se podrá adquirir en las instalaciones de la plaza.

"Nuestra intención es habilitar la zona de arriba del mercado construyendo unos diez puestos en madera para que puedan ser utilizados no solo para estos actos sino también para que la gente pueda vender productos de temporada y para hacer otro tipo de actividades. La idea es que haya programación estable durante todo el año, pero de todo tipo, no solo cultural sino también gastronómica o de venta de productos de temporada, que es el uso más tradicional de los mercados", resumió ayer Lema.