Los muelles de Calvo Sotelo y la Batería, situados en pleno centro de la ciudad, así como el hotel Finisterre y el complejo La Solana, figuran en el Plan de Empresa de la Autoridad Portuaria como propiedades que saldrán a la venta entre 2017 y 2018 con el objetivo de recaudar 25 millones de euros. Pese a que esta operación figura en las previsiones económicas del Puerto desde 2012, no se había hecho pública hasta que ayer lo desveló el Gobierno local tras la reunión celebrada por el consejo de administración de la Autoridad Portuaria, del que forma parte el concejal Xiao Varela.

Los responsables portuarios atribuyen la inclusión de la venta de esas propiedades en sus planes financieros al préstamo que concedió Puertos del Estado en 2011 para concluir las obras de punta Langosteira, ya que estableció esta condición para proporcionar 250 millones de euros, que posteriormente se redujeron a 200 millones gracias a la reducción lograda en los presupuestos de los proyectos. A pesar de que la venta de los muelles debería comenzar en 2017, de acuerdo con este plan de empresa, tanto Calvo Sotelo como la Batería no han sido desafectados por el Ministerio de Fomento, trámite imprescindible para llevar a cabo la operación.

En el caso del hotel Finisterre y La Solana, ambas instalaciones ocupan terrenos propiedad de la Autoridad Portuaria y son explotados en régimen de concesión, de forma que si finalmente salen a la venta cabe suponer que continuaría la actividad de ambos establecimientos. Los empresarios argentinos Gustavo Alejandro López Patto y Antonio Rey Alba adquirieron hace un año por 12,5 millones de euros la empresa propiedad de la concesión, que hasta entonces pertenecía al Banco Popular, el empresario Juan Carlos Rodríguez Cebrián y la Fundación Barrié, aunque el hotel sigue estando gestionado por la cadena Hesperia y el recinto deportivo por Metropolitan.

La venta de los muelles de la ciudad que dejen de tener uso portuario es una de las principales vías de financiación del puerto exterior, de acuerdo con el convenio firmado en 2004 por el Ayuntamiento con el Ministerio de Fomento. En aquel momento se fijó la obligación de obtener con esta operación un tercio del coste total de las obras, aunque esta exigencia enfrenta en la actualidad al Gobierno local con la Autoridad Portuaria, ya que Marea Atlántica no es partidaria de vender los terrenos del puerto para costear el proyecto de punta Langosteira.

Esta polémica se reavivó ayer tras el consejo de administración del Puerto, ya que el Ejecutivo municipal anunció que el Plan de Empresa portuario "recoge la redacción de un nuevo convenio" sobre la transformación urbanística de Calvo Sotelo y Batería, a lo que añadió que se redactará "negociado con el Ayuntamiento". Según el Gobierno local, este asunto se abordó durante la reunión celebrada ayer, aunque la Autoridad Portuaria lo desmintió de forma tajante pocos minutos después.

De acuerdo con la información proporcionada por el Concello, ese nuevo convenio tendría por finalidad modificar los términos del pacto suscrito en 2004 para urbanizar los muelles interiores. El Gobierno municipal consideró ayer que esta decisión "refuerza" su posicionamiento en torno a esta operación urbanística, de la que aún reclama toda la información disponible con el fin de "evaluar la viabilidad" de la venta de los terrenos, ya que sospecha que puede ser insuficiente para financiar las obras del puerto exterior ante la situación del mercado inmobiliario.

El propio alcalde, Xulio Ferreiro, reiteró el pasado fin de semana su rechazo a mantener "ideas urbanísticas de hace diez años" y a "hipotecar la ciudad" para saldar la deuda contraída por la Autoridad Portuaria con las obras de punta Langosteira.