Terminales Marítimos de Galicia (TMGA), la empresa que realiza un mayor número de operaciones de estiba en el puerto, solicitó ayer a la Autoridad Portuaria autorización para construir en punta Langosteira dos naves industriales de 5.000 metros cuadrados de superficie cada una, que se sumarán a otras dos de las mismas dimensiones que ya posee en esa dársena. La operadora cuenta además con otra nave de 2.500 metros en la zona del muelle que se construye junto al contradique, por lo que sumando el espacio para viales, su concesión en el puerto exterior se acerca a los 30.000 metros cuadrados.

Además de TMGA, en Langosteira están operando ya otras empresas portuarias, como Pérez Torres Marítima, la primera que inició su actividad en estos muelles y que introdujo el tráfico de clínker en A Coruña. Esta compañía también dispone de 30.000 metros cuadrados en los que levantó dos naves de 10.000 metros, mientras que Galigrain, el mayor operador en el tráfico de cereales, tiene una concesión de 15.000 metros cuadrados en la que existe una nave de 10.000 metros.

A ellos se suma Transportes y Hormigones Carral, que hasta ahora manipulaba mercancías sin disponer de instalaciones propias, aunque el Puerto aprobó el miércoles darle una concesión de 3.000 metros cuadrados en la zona del contradique. Para la primavera de 2018 está prevista además el inicio de la actividad de Repsol en la dársena exterior.