El acusado de prender fuego al presidente de su comunidad por estar en desacuerdo con unas obras que se iban a ejecutar en el edificio, situado en Barrio de las Flores, será enjuiciado a principios de diciembre en la Audiencia. La Fiscalía le imputa un delito de intento de asesinato en concurso con uno de incendio, así como un delito de lesiones psíquicas, por los que demanda al tribunal que lo condene a 20 años de cárcel. El sospechoso permanece en prisión provisional desde que sucedieron los hechos, en septiembre de 2014. El representante del Ministerio público relata en su escrito de calificación que el procesado se presentó el 2 de septiembre sobre las 19.00 horas en la vivienda de la víctima, con la que mantuvo una disputa sobre los trabajos. El presidente de la comunidad lo instó a irse de su casa y le dijo que ya hablarían en otro momento. "Al no darle la respuesta que él quería, fue surgiendo en él la idea de que tenía que causarle un quebranto a la integridad física de su vecino", destaca la acusación en su informe, en el que considera probado que al día siguiente, tras ser asistido en el centro hospitalario Universitario, se dirigió a la gasolinera más cercana y compró "varios litros de gasolina y un mechero".

Una vez que se hizo con el material, se dirigió a su edificio, a donde llegó sobre la una y media de la madrugada. El imputado comenzó a llamar "insistentemente" al portero automático del inmueble de su vecino, al tiempo que gritaba que le iba a prender fuego a él y a su mujer y que los iba a matar. El presidente de la comunidad intentó tranquilizarlo por el telefonillo, pero el procesado entró en el portal y subió a la puerta de la casa de su vecino. "Sin más, roció con gasolina todo el suelo y la zona del pasamanos de esa planta del edificio, agachándose en la zona de las escaleras", describe la Fiscalía.

En cuanto el perjudicado abrió la puerta de su piso, prendió fuego al combustible. El presidente de la comunidad resbaló con el líquido y se cayó al suelo, por lo que fue alcanzado por las llamas en diferentes partes del cuerpo. "Sin más, el procesado se fue del lugar diciendo que había hecho lo que tenía que hacer", afirma el fiscal, quien relata que la mujer de la víctima consiguió apagar las llamas poniéndole encima una colcha y un mantel. El hombre corrió al interior de la vivienda y se metió en la ducha. Las quemaduras le afectaron al 15% de la superficie corporal, en concreto, a las piernas, a los brazos y a la cara. En curar tardó 150 días, de los cuales 30 permaneció ingresado en el hospital. Como secuelas le quedaron varias cicatrices y un trastorno por estrés postraumático moderado. Su esposa también sufrió un estrés "agudo" tras los hechos que requirió terapia psicológica y ansiolíticos. La acusación reclama a la Audiencia que condene al sospechoso a indemnizar a las víctimas con 105.000 euros y que le imponga una orden de alejamiento.