Hace quince años, el tenor Andoni Barañano y el director de escena Miguel Ribagorda crearon la compañía Ópera Divertimento para introducir a los más pequeños en la ópera. "Ya que girando el dial eres casi incapaz de encontrar música clásica -explica Ribagorda- quisimos llevarla a los colegios y ciudades y contagiarles nuestro amor por las voces líricas". Mañana a las 18.00 horas presentan, en el teatro Colón, una versión en ópera de Hansel y Gretel, y, el próximo domingo, otra de Pinocho. Ambas están adaptadas para niños a partir de los tres años y pensadas para complementar y apoyar su educación.

Los tres años, señala Ribagorda, que ha adaptado el libreto de las óperas y es responsable de su puesta en escena, son una edad "ideal" para empezar a disfrutar del formato operístico. Las mentes de los niños que experimentan las melodías de la música clásica desde jóvenes, afirma el director de escena, desarrollan "caminos alternativos de conocimiento", un fenómeno conocido como efecto Mozart. Y presenciar un espectáculo teatral simultáneamente permite que "se estimulen más partes del cerebro", según Ribagorda.

En la ópera para adultos "no todo es divertido", admite el director, pero a la hora de introducir a los niños en la música clásica, es necesario que la toma de contacto "sea fácil y divertida". Y esto se consigue trabajando tres dimensiones: el humor, importante para mantener la atención de los pequeños, una producción "colorida y luminosa", necesaria para que el espectáculo resulte atractivo, y la interacción. En parte de las producciones de Ópera Divertimento los niños salen a cantar a escena y realizar algunos coros, y la compañía trata de romper la cuarta pared que separa al público de la función y convertir a los espectadores en "partícipes" de la representación. Y, con el objetivo de que los adultos que acompañan a los niños no se aburran, el texto debe tener un "doble lenguaje".

El tono de la narración también importa. "No me quiero llevar los cuentos al mundo Disney" cuenta Ribagorda, pero tampoco ha mantenido las partes más brutales de los cuentos originales. En el cuento de Hansel y Gretel desaparece la figura de la madrastra, y el final de Pinocho se ha hecho más amable con el personaje principal. Ribagorda explica que los cuentos tienen una enseñanza moral, ya sea no mentir o hacerle caso a los mayores, pero que en su versión se busca que esta no sea "negativa" y no se base en el castigo del protagonista.

Si bien Ópera Divertimento realizar obras combinando el español con el idioma original, las representaciones que se harán en A Coruña estarán en castellano tanto en la parte cantada como en la hablada, para facilitar su comprensión por parte del público.