En torno a una mesa donde tenga sitio la buena gastronomía también cabe el entendimiento y la concordia entre los comensales aunque les separen las rivalidades deportivas. Se pudo comprobar ayer en varios establecimientos hosteleros de la ciudad, en los que un sabroso pulpo, por ejemplo, sirvió para que seguidores del Deportivo y del Celta, equipados con sus respectivas camisetas y adornos deportivos, mantuviesen una agradable sintonía en las horas previas al derbi gallego de Riazor. Conversaciones sobre fútbol y comida completaron las agradables comidas.