La mayor recalificación de terrenos de la historia de la ciudad se pone en cuestión. El Gobierno municipal se muestra, por primera vez desde su gestación en 2003, en contra de la operación urbanística acordada tras la catástrofe del Prestige, por la que se venderían los muelles interiores de A Coruña para financiar casi un tercio del coste del puerto exterior de punta Langosteira. El proyecto fue diseñado por el entonces regidor, Francisco Vázquez, y el ministro de Fomento del PP, Francisco Álvarez-Cascos. Ahora, el actual regidor, Xulio Ferreiro, vuelve a mostrar, como ya lo hizo en campaña, su oposición a una maniobra que, considera, "hipotecará" el futuro de la ciudad. A las tesis de la Marea se ha sumado el BNG -el único que denunció la operación en 2004- y, ahora, también el PSOE, que hace más de diez años había sido artífice de la idea.

E¿Por qué se propuso vender los muelles del puerto interior? La idea de esta operación fue puesta sobre la mesa por el alcalde Francisco Vázquez, meses después del hundimiento del Prestige. Tras la catástrofe del petrolero, el Concello, la Xunta y el Ministerio de Fomento del popular Francisco Álvarez-Cascos comenzaron a estudiar la posibilidad de construir un puerto exterior en punta Langosteira para alejar del núcleo urbano el tráfico de mercancías peligrosas. Vázquez planteó vender estos muelles interiores a promotores privados para construir viviendas, oficinas y centros comerciales, una vez las actividades portuarias se hubiesen trasladado a Langosteira. Los beneficios de la venta se destinarían a cubrir un 23,8% de los 630 millones de euros que, preveían, iba a costar el puerto exterior.

E¿A qué terrenos afectaba la operación urbanística? El acuerdo inicial firmado entre Concello, Xunta y Fomento en 2003 apuntaba a la recalificación de más de 430.000 metros cuadrados -correspondientes a los muelles de Batería, Calvo Sotelo, San Diego, petrolero y la estación de tren- que quedarían liberados con el nuevo puerto. "Esto va a ser una refundación de la ciudad", afirmaba Vázquez.

E¿Qué podrían construir los promotores en estos terrenos? Los muelles de Batería y Calvo Sotelo, que lindan con los jardines de Méndez Núñez, se destinarían, por una parte, a acoger sedes institucionales y, por otra, a edificios de servicios. Para este última finalidad se venderían como mínimo 34.458 metros cuadrados: 7.753 para oficinas, 8.615 para hoteles y 18.090 para un centro comercial. Los muelles de San Diego y Petrolero, situados a lo largo de la avenida del Ejército, se utilizarían para levantar bloques de pisos (como mínimo ocuparán 344.581 metros cuadrados y un 20% de ellos acogerían viviendas de protección oficial), oficinas (7.753), un centro comercial (33.597) y tiendas (10.337). El proyecto permitía edificios de hasta nueve alturas en la primera línea de costa de la ciudad.

E¿Hubo algún cambio en el proyecto con la llegada del PSOE al Gobierno central? En 2004 la nueva ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, optó por modificar el convenio de Cascos, fijando en un 50% el mínimo de viviendas de protección oficial a construir en los solares, frente al 20% aprobado previamente. El cambio implicaba una merma de los posibles ingresos, al ser los terrenos para este tipo de viviendas más baratos -son menos lucrativos para los promotores- que si se permitiese vivienda libre.

E¿Por qué no se vendió hasta el momento ninguno de estos muelles? La operación quedó desde entonces en el dique seco al fijar Magdalena Álvarez como condición que las desafectaciones no se podrían realizar hasta que el puerto exterior estuviese operativo. Espacios como el del muelle petrolero todavía tiene años de espera por delante. Repsol ya advirtió de que la primera fase de su traslado a Langosteira no se completaría, como mínimo, hasta 2018. La propia Autoridad Portuaria también reconocía que otras actividades como la de descarga de carbón no se podría llegar a Arteixo antes de 2017.

E¿Cómo afectó el estallido de la burbuja inmobiliaria a las previsiones de venta? El crac del ladrillo de 2008 y los sobrecostes -que hicieron que la previsión de inversión ascendiese a más de 750 millones- redujeron la capacidad de esta operación de contribuir a costear la infraestructura. "La venta es pecata minuta dada la situación de la construcción", aseguraban en 2011 fuentes de Fomento que rechazaban la liberación de Batería y Calvo Sotelo al no ser "una urgencia económica" tras haberse concedido al Puerto un crédito de 250 millones de euros. La última estimación conocida se recoge en el plan de empresa del Puerto, dado a conocer esta semana, y en el que se prevé ingresar 25 millones de euros por la venta de los muelles de Calvo Sotelo, Batería y el hotel Finisterre.

E¿Por qué el Gobierno local no quiere ahora vender los muelles para financiar Langosteira? El Gobierno de la Marea es contrario a que la fachada marítima portuaria se convierta en terreno para las construcción de inmuebles y defiende que los terrenos se empleen para "uso dotacional público". Ferreiro es contrario a que los ingresos de la venta se empleen para financiar Langosteira y exige sea Fomento quien costee totalmente la infraestructura, como ha ocurrido con otros puertos de gran envergadura, como el de Gijón.

E¿Cuál es la postura de los partidos políticos en torno a la venta de los muelles? Marea Atlántica y BNG ya habían mostrado durante la campaña y antes de las elecciones su oposición a esta operación. Los socialistas también exigen ahora que Fomento pague toda la obra del puerto exterior y que no se vendan los muelles coruñeses. "A Coruña merece el mismo trato que Gijón", aseguró esta semana la concejal Mar Barcón. Solo el PP respalda el proyecto anterior de levantar viviendas y zonas comerciales en primera línea de mar.

E¿Qué opina el Puerto? La Autoridad Portuaria es favorable a vender los terrenos del Puerto para poder deshacerse de la "elevada deuda" que, reconoce, ha contraída por las obras de la ensenada exterior. El ente defiende una urbanización "con criterios de calidad urbanística" y generando "usos positivos". De hecho, en su Plan Estratégico para el periodo 2016-2020 prevé urbanizar los muelles de Batería y Calvo Sotelo antes de 2020.