La relevancia estratégica del puerto exterior que la Autoridad Portuaria reitera se ve reflejada, entre otros aspectos, en su plan de inversiones plurianuales hasta por lo menos 2020, en el que el gasto que destina a las instalaciones de punta Langosteira ofrece un fuerte contraste con los desembolsos que dedicará el puerto interior. Los muelles urbanos atraerán en el próximo quinquenio poco más de ocho millones de euros -seis menos que el gasto de todo este año-, mientras que la dársena exterior recibirá 96,1 millones, el 92,2% del gasto total de 104,1 millones de euros. En 2016, el Puerto prevé tener una deuda de 309 millones por los créditos solicitados para pagar la nueva dársena.

El Plan de Empresa 2016 del organismo desvela que en los próximos cinco años ninguna inversión anual en Langosteira será tan elevada como la del ejercicio 2015, que alcanzará los 40,6 millones de euros: en 2016 bajará ligeramente a 39,9 millones y en los años sucesivos hasta 2020 caerá a 15,2, 13, 22,8 y 5 millones, respectivamente. En las instalaciones portuarias urbanas el gasto en los mismos años será de 1,2 millones, 825.000 euros, 1,07, 3,3 y 1,5 millones.

El puerto exterior lleva certificado un gasto de casi 612 millones de una inversión total de 748,9 millones de euros y la previsión al cierre de este mismo año añade 40,6. ¿A qué se dedicarán esos más de 96 millones en la dársena exterior que financia la Autoridad Portuaria? Las instalaciones precisan actuaciones menores, correcciones técnicas y todavía alguna expropiación, aunque las de más transcendencia se refieren a obras en el contradique como rellenos en explanadas y trabajos en la galería para tuberías, habilitaciones en zonas de graneles y disposición de equipamientos y la reordenación de espacios portuarios de la concesión otorgada a Repsol, que debería completar su traslado a Langosteira en 2018.

Otra importante actuación que requiere de la planificación inversora del Puerto es la accesibilidad por ferrocarril a la dársena exterior, cuyo proyecto constructivo debería redactarse el próximo año. Esta obra tendrá financiación del Estado y el Puerto destina 2,2 millones en los presupuestos de 2016, como muestra el plan. La previsión para los años siguientes se frena en 2017 y 2019 con solo 500.000 euros -no hay ni un euro en 2018- y repunta a más de cinco millones en 2020. Estas cantidades quedan lejos de cubrir los 130 millones de euros que el Ministerio de Fomento prevé que costará el enlace por tren.

Esta perspectiva cuestiona la celeridad con la que se acometerá la ejecución del enlace por tren a Langosteira, una conexión de vital importancia para la rentabilidad del puerto exterior, como siempre ha recalcado el presidente portuario, Enrique Losada, y las autoridades municipales, y para la que en los años anteriores se pidió al Estado que no demorase su inversión.

Los 2,2 millones de euros del Estado dirigidos al tren a Langosteira en 2016 se destinan a la redacción del proyecto, según explicó en agosto pasado la Autoridad Portuaria. Los presupuestos generales avanzan una inversión para 2017 de 761.000 euros y otro medio millón más para 2019, pero sin ofrecer detalle sobre a dónde irán a parar.

La accesibilidad viaria al puerto exterior pierde presencia en los planes del ente portuario, ya que la carretera que une la autopista AG-55 con las instalaciones de Langosteira debería entrar en servicio a finales de este año, como aseguró en septiembre la ministra de Fomento, Ana Pastor. La inversión total del Gobierno supera los 74 millones de euros, aunque aún hay mínimas cantidades comprometidas en el Plan de Empresa en 2018 y 2019.

Con el grueso del gasto en la dársena exterior, los muelles, instalaciones y terrenos portuarios en la ciudad captarán una inversión mucho menor en el próximo lustro. De los 14,4 millones de euros gastados en 2015 -según la previsión del documento de planificación- se pasará a 1,2 en 2016, con el saneamiento integral del Puerto, la implantación de la red contra incendios y un nuevo control de accesos en el muelle de San Diego como principales destinos.

De acuerdo con el Plan de Empresa 2016, el próximo año el Puerto ya no emprenderá más inversiones en sus áreas de náutica deportiva, en los muelles de mercancía general y de graneles líquidos ni en O Parrote y la Marina, donde la inversión más pesada, para el túnel y la reurbanización, se ejecutó en los últimos dos años.