El general Emilio Mola (Cuba, 1887) lucía hasta ayer en el callejero coruñés en reconocimiento a su participación en el golpe de estado fascista de 1936. Este militar, que dirigió a las tropas del Ejército nacional en el norte peninsular, está considerado como uno de los autores intelectuales del levantamiento contra la República y de la posterior represión sobre la oposición democrática.

En una de las directrices enviada bajo el seudónimo de "Director" días después del golpe -que acabó dando pie a un guerra civil de tres años- instaba a sus hombres a lo siguiente: "Es necesario crear una atmósfera de terror, hay que dejar sensación de dominio eliminando sin escrúpulos ni vacilación a todo el que no piense como nosotros". Mola moriría en junio de 1937 en un accidente de aviación contra una colina. Con su fallecimiento, Franco tuvo vía libre para erigirse en máximo dirigente del nuevo Gobierno militar.