El exalcalde Javier Losada y la exconcejal de Medio Ambiente Carmen Marón declararon ayer como testigos en la vista por la reclamación de la empresa concesionaria de la planta de residuos de Nostián, Albada, de 34 millones de euros al Ayuntamiento. El exregidor Francisco Vázquez también estaba citado como testigo, pero no acudió tras justificar su ausencia con un certificado médico. Tampoco se presentó la exedil socialista de Medio Ambiente Nieves Vázquez, quien volvió a ser citada para el 9 de diciembre, cuando se practicarán en la sala las pruebas periciales.

La empresa sostiene que cuando se planificó la construcción del vertedero el Concello cometió errores que le causaron cuantiosas pérdidas económicas. Tanto Losada como Marón, según fuentes conocedoras de las declaraciones, remitieron a "informes técnicos" para avalar su actuación en la gestión de las instalaciones, que fueron inauguradas en enero de 2002.

En sus declaraciones insistieron en que no recordaban algunas de las cuestiones planteadas por el abogado de la empresa, tales como si es cierto que se acabó construyendo un depósito temporal para residuos inferior al estimado inicialmente. Losada justificó que los acuerdos concretos con Sogama para el traslado de basuras de Nostián a su planta en Cerceda se realizaron para cumplir el Plan de Residuos Sólidos, apuntando a las directrices fijadas desde la Xunta. "No recuerdo acuerdos concretos", señaló, según fuentes jurídicas, al tiempo que incidió en que desde el Ejecutivo local se actuó en base a criterios técnicos. "Si hubo alguna decisión que afectaba al área económica se evaluaba con el equipo técnico", insistió Marón cuando fue interrogada sobre su etapa al frente de la Concejalía de Economía y Hacienda.

"La memoria de Losada ha sido flaca. Marón como teniente de alcalde de Hacienda no tenía ni idea del impacto económico que supondría la planta. Se limitaron a remitir a informes técnicos", destacó el abogado que defiende los intereses de Albada, quien sostiene que hay informes internos municipales que "estiman parcialmente" las reclamaciones de la empresa.

El alcalde, Xulio Ferreiro, consideró ayer "desproporcionada" la petición de 34 millones de euros que hace Albada. "Defendemos la postura que se marcó en el mandato anterior. Esas peticiones no se ajustan a los pliegos ni a las condiciones en las que la planta trabaja. Esperamos que se puede clarificar que en esta caso es el Concello el que tiene la razón", remarcó Ferreiro. El alcalde defendió el modelo de "recogida selectiva, compostaje, reducción y reciclaje" de residuos y afirmó que hay que seguir apostando por ello. "Otra cosa es que el pliego de condiciones fuese mal diseñado o que la planta estuviese sobredimensionada. Ahora Nostián, en vez de ser ejemplo está envuelta en polémica", matizó.