La moción aprobada ayer por el pleno municipal tras ser pactada entre Marea Atlántica y el PSOE, que recibió también el apoyo del BNG, consolidó ayer el giro copernicano de los socialistas en relación con la financiación del puerto exterior, ya que la iniciativa exige la revisión de los acuerdos firmados con el Ministerio de Fomento en 2004 que prevén la venta de muelles interiores de la ciudad. El PP optó por abstenerse e incluso abrió la puerta a un posible cambio de postura en el futuro al plantear la creación de un grupo de trabajo que estudie la petición formulada ayer por el pleno.

Aunque la concejal Mar Barcón ya se había pronunciado en este sentido días atrás, su intervención en la sesión plenaria no dejó espacio para las dudas, ya que se posicionó de forma clara en favor de que el suelo portuario no sirva para costear las obras de punta Langosteira. "Hoy no es 2004 y el Estado quizás pueda ayudarnos a financiar esa obra", explicó Barcón, quien señaló que las circunstancias "no son las mismas que en 2004", por lo que posiblemente las plusvalías que obtenga la Autoridad Portuaria por la venta de los muelles "no serán las mismas".

"Pensemos qué queremos hacer con la fachada más privilegiada de la ciudad", proclamó la edil socialista, quien se mostró partidaria de que el Ayuntamiento lidere un consenso ciudadano sobre el destino de estos terrenos, a los que calificó de "oportunidad" y para los que apostó por su uso público.

El concejal de Rexeneración urbana, Xiao Varela, reiteró la postura contraria de Marea Atlántica a la venta de los muelles y defendió la necesidad de un "nuevo modelo que no repita operaciones como la de La Marina". Varela mencionó además los "ataques" que sufrió en el consejo de administración del Puerto por su defensa de la modificación de los convenios, ya que fue reprobado por el organismo al afirmar que su plan de empresa para 2016 incluye esta previsión.

El concejal expresó también el "compromiso absoluto" de Marea con el puerto exterior, ya que la moción del PSOE reclamaba un pronunciamiento en este sentido, y aclaró que las declaraciones del alcalde en Madrid sobre Langosteira se referían solo a la gestión del proyecto.

El Partido Popular se escudó en la "falta de rigor" de la moción pactada entre PSOE y Marea para decidir abstenerse. El popular Martín Fernández Prado afeó a los socialistas su "cambio de chaqueta político", ya que ellos aprobaron los dos convenios de 2004 con Fomento y la inclusión de ambos en el plan general. También negó que estos acuerdos sean ilegales porque cuentan con el respaldo de todas las administraciones, aunque sorprendió al proponer un "diálogo constructivo" mediante la creación de un grupo de trabajo con participación de todos los partidos y representantes sociales sobre este proyecto, incluida la Autoridad Portuaria, a la que dijo que se hacen "continuas agresiones".

La concejal del BNG, Avia Veira, justificó su apoyo a la moción por su tradicional rechazo a la venta de los muelles, que incluso motivó la impugnación del plan general por cuestiones como que no reserva el 10% de los terrenos para equipamientos públicos. Veira destacó que la financiación del puerto exterior "fue cocinada entre PP y PSOE", aunque dio la "bienvenida a la "rectificación de los socialistas", al tiempo que exigió que Langosteira sea financiado por el Estado, al igual que sucedió con la nueva dársena de Gijón.