La Policía Local realiza controles de velocidad con radares portátiles apoyados en trípodes de manera itinerante a lo largo de la ciudad para vigilar el respeto que los conductores dedican a las señales de tráfico. Se hacen todas las semanas en dos o tres puntos geográficos seleccionados aleatoriamente, según fuentes municipales. Ayer una de las ubicaciones escogidas por los agentes fue la entrada y salida del túnel de la Marina en la avenida Alférez Provisional, una zona donde la infraestructura inaugurada el pasado mes de mayo obliga a reducir la velocidad antes de iniciar el descenso y durante su recorrido hasta los otros dos extremos, en el muelle de As Ánimas tras enlazar con el túnel de O Parrote y en la plaza de As Atochas tras la conexión con el vial subterráneo de María Pita.

Aunque el propio túnel de la Marina carece de radares instalados en su interior -solo hay cabinas donde previsiblemente deberían ir colocadas las cámaras de vigilancia-, los controles de velocidad que semanalmente dispone la Policía Local con dos agentes situados junto al radar y el trípode, como el de ayer en Alférez Provisional, pueden imponer sanciones a los conductores que sobrepasen los límites que señalan las indicaciones de tráfico.

Los vehículos no deben circular a más de 50 kilómetros por hora antes de bajar al túnel o tras ascender del mismo cuando transitan por la avenida Alférez Provisional. En el interior del vial subterráneo las señalas de tráfico marcan 40 kilómetros por hora y hay una curva en la que se debe reducir a 30. Es en esta zona donde ahora está ubicada una cabina para radares que en los primeros días tras la apertura estaba situada en uno de los extremos. El Concello no ha confirmado si instalará o no radares en el túnel.