Una parada técnica no prevista en la planta de cogeneración de la refinería causó una humareda negra al mediodía de ayer, que se expandió por los barrios del entorno. El funcionamiento ya está "normalizado", según informaron ya por la tarde fuentes de Repsol, que descartan riesgos o problemas en las instalaciones, ante las preguntas vecinales.

Las mismas fuentes explican que las antorchas funcionan como sistemas de seguridad cuando se registra una de estas paradas no previstas y a través de ella, de manera automática, se canalizan los elementos, principalmente gaseosos, del proceso interrumpido en la planta afectada, donde se combustionan de forma controlada. En este caso, los trabajos interrumpidos se localizaban en la planta de cogeneración, encargada de la producción de electricidad.