La Policía Nacional detuvo el pasado miércoles a un hombre de 38 años acusado de homicidio en grado de tentativa después de apuñalar, el pasado 5 de diciembre, a otro varón durante el curso de una discusión en el barrio de la Sagrada Familia. Sobre el acusado pesa también el cargo de lesiones consumadas.

De acuerdo con fuentes policiales, el pasado 5 de diciembre el ahora detenido participó en una reyerta con su víctima en la zona de Sagrada Familia. Tras una discusión, el autor de los hechos empuñó un cuchillo, apuñaló a su víctima con esta arma blanca "en una zona vital del cuerpo" y posteriormente se dio a la fuga para evitar ser detenido por las autoridades.

La víctima de la riña fue trasladada posteriormente a un centro hospitalario para recibir asistencia por las lesiones sufridas. Aunque el ataque entrañó peligro debido a la zona del apuñalamiento, el herido pudo ser atendido y recibió el alta médica.

En los días siguientes, el acusado permaneció oculto, ya que conocía "que era buscado por la Policía". Conseguir localizarlo, según explican fuentes policiales, requirió de "una ardua investigación" y de "numerosas gestiones realizadas en su entorno".

Los agentes encargados de la investigación pudieron averiguar que, con anterioridad al momento del apuñalamiento, el acusado de tentativa de homicidio había pasado "varios días seguidos" frecuentando el barrio de la Sagrada Familia, buscando a alguien para "ajustar cuentas pendientes". Durante sus pesquisas portaba "un arma blanca", probablemente la misma con la que presuntamente cometió el crimen del pasado 5 de diciembre. Por el momento no han trascendido el motivo de la discusión ni la relación que unía al acusado y a su víctima.

De acuerdo con fuentes policiales, el acusado ya contaba c on antecedentes en el mismo barrio. Algunas semanas antes de cometer el apuñalamiento, el presunto delincuente ya había sido detenido por perpetrar un robo con intimidación en el entorno de la Sagrada Familia. Además de los cargos de homicidio en grado de tentativa y de lesiones consumadas, sobre él pesan también un delito de amenazas graves, y tenía en vigor una reclamación judicial.

La investigación corrió a cargo del grupo de Delicuencia Especializada y Violenta de la Brigada de Policía Judicial de A Coruña. Debido a la "peligrosidad" que se le atribuye al acusado del acuchillamiento, en la intervención para detenerlo participó el Grupo de Operaciones Especiales de Galicia. Después de que se finalizaran las diligencias instruidas por los hechos, el detenido fue puesto a disposición judicial y se decretó su ingreso en prisión.