¿Qué hacer con los bajos del Playa Club, la zona conocida como Los Arcados? Durante muchos años, décadas de parálisis en el lugar, hosteleros, empresarios, promotores inmobiliarios y vecinos se han preguntado qué utilidad se le podía dar al alargado inmueble que a pie del arenal de Riazor mira a la bahía sin actividad ni servicios entre el popular complejo de hostelería y la escalinata que conduce al colegio de Las Esclavas. Desde 1999, cuando el Deportivo lo obtuvo en concesión como parte del Playa Club, se anunciaron y planificaron proyectos en ese lugar, pero no se ejecutó ninguno. Un día antes de que terminase 2005 avanzaba el entonces presidente del Deportivo, Augusto César Lendoiro, que Los Arcados se convertiría en la Semana Santa del año siguiente, como el Playa, en una conjunto de instalaciones hosteleras; Lendoiro había informado cuatro años antes de que sería un balneario. En diez años no se transformaron ni en una cosa ni en otra.

Diez años después gana peso el proyecto hostelero. Con nueva directiva, el club coruñés firmó el pasado 1 de diciembre un contrato por el cual el grupo hostelero de la ciudad Ola Green SL, el mismo que el año pasado había asumido la explotación del inmueble conformado por la sala de eventos del Playa Club y el local Sala Boite del complejo se hacía también con la gestión de la zona de arcos que se prolonga hasta Las Esclavas y sus correspondientes terrazas. ¿Con qué objeto? Para ampliar la oferta de restauración iniciada por el grupo hostelero este mismo año, informaba el Deportivo.

Con el cambio en la gestión de la instalación, que la empresa podrá explotar hasta el 31 de agosto de 2042 -fecha en la que concluía la concesión del Deportivo-, el club se desprende de las actividades hosteleras emprendidas durante el mandato de Lendoiro a través de la sociedad Deporhostelería Playa Club SL. La nueva gestión global otorgará a la entidad deportiva unos importantes ingresos anuales con los que garantizar beneficios reales en los próximos años para destinar a la cancelación de la deuda originada en los últimos años.

Hace una década la curva de Los Arcados estaba ocupada por una larga valla que impedía visualizar lo que se hacía bajo los arcos en esa parte del paseo marítimo. Hoy han desaparecido las obras y grandes ventanales tapan los arcos. Pero en el interior no hay más que polvo, ladrillos, cimientos y restos de unos pocos muebles. Hay dos niveles, aunque no se vislumbra nada de lo que pueda formar parte de un nuevo recinto hostelero.

Este año Ola Green ha transformado sus adquisiciones del Playa en un local de restauración y un pub con terraza conectados por una escalera. Al lado tiene ahora muchos más metros para hacer negocio.