La orden de paralización de las obras de construcción de una sala de fitness recibida por La Solana será respondida por la entidad gestora de la instalación, Metropolitan Spain, con la presentación de un proyecto modificado que incluya los cambios introducidos en el diseño original. El Gobierno local decretó el mes pasado la interrupción de los trabajos al comprobar que no se correspondían con la licencia concedida, ya que en la inspección realizada se apreció un menor número de pórticos en el edificio, así como que se habían realizado con estructuras metálicas en lugar de con madera laminada como se habían previsto.

La sección de Disciplina Urbanística del Concello interpretó que estas modificaciones afectan a los cimientos, los pilares y las vigas, por lo que debía ordenarse la paralización de las obras. El director de La Solana, Carlos Filgueiras, explicó ayer que esta actuación dispone de todos los permisos necesarios y que la diferencia con relación al proyecto original es que la obra es "un poquito más pequeña", cuando a su juicio el problema sería que tuviera mayores dimensiones. Filgueiras recordó que en todas las obras se producen variaciones con respecto al diseño inicial y que lo habitual es presentar un proyecto modificado cuando se terminan, pero que, ante la paralización ordenada por el Ayuntamiento, se adelantará la presentación de ese documento.

El responsable de La Solana aseguró que el nuevo proyecto será facilitado al Concello "a la mayor brevedad" y que lo realizado hasta el momento "se ajusta a las normas generales del proyecto". Filgueiras confirmó que las obras están paradas para cumplir la orden municipal, aunque también recordó que durante estos días tampoco habría actividad en las mismas a causa del parón navideño que se realiza en el sector de la construcción.

"Queremos tranquilizar a los usuarios porque la obra tiene licencia", señaló el director de las instalaciones, quien expresó además su deseo de hablar "cuanto antes" con el Ayuntamiento para reiniciar los trabajos.

El Ayuntamiento inspeccionó La Solana a raíz de los escritos presentado por un ciudadano y la asociación de vecinos de la Ciudad Vieja. En el primero se alertaba de la posibilidad de que el edificio que se construye sobre las antiguas pistas de tenis tuviera una altura superior a la permitida, ya que dificultaba la contemplación de las murallas desde el paseo marítimo.

El escrito de la entidad vecinal exigía saber si el proyecto contaba con los permisos necesarios. El Gobierno local respondió que la obra disponía de licencia municipal pero comprobó que lo construido no se ajustaba al diseño presentado, lo que le llevó a paralizar las obras a finales del mes pasado.