La Institución Benéfico Social Padre Rubinos inauguró sus nuevas instalaciones en Os Rosales a finales del año 2014. Además de una escuela infantil, una residencia y un centro de día para mayores y un centro de atención continuada, cuenta con un albergue para transeúntes y personas que atraviesan por graves dificultades económicas que en la actualidad ocupan 55 ciudadanos. "En este servicio se ha producido un pequeño repunte en las fechas navideñas, aunque lo normal es que fluctúe el número de usuarios a lo largo del año. El frío suele tener incidencia en la demanda de plazas", cuenta el adjunto a la dirección de este alojamiento, Jorge Sampedro.

También en estas fechas la entidad ha ampliado su margen de actuación al ofrecer ayuda a familias en una difícil situación económica que viven en sus pisos estables y no usan el albergue. "Son personas con hijos que pasan apuros por falta de empleo para asumir algunos pagos mensuales y a los que tras hacerles nosotros una entrevista les hemos ayudado a afrontar ciertos gastos", añade Sampedro, que cifra en cinco los hogares que en el mes de diciembre se han visto respaldados por este servicio de la institución Padre Rubinos.

La entidad tiene ahora al completo la escuela infantil, con capacidad para 95 plazas y la residencia de ancianos, habilitada para 146 personas, tiene usuarios estables. Hacen habitual uso del albergue ciudadanos que están en situación de exclusión social y que carecen de recursos para poder alquilar un piso u ocupar una pensión. Pueden pasar la noche en la institución, donde deben tener comportamientos alejados de los conflictos.

Otra organización benéfica con actividad constante en la ciudad, Cáritas Interparroquial de A Coruña, admite que sobre todo en los últimos años ha advertido entre sus usuarios mayor población a las que se les han agotado los ingresos por prestaciones de desempleo, por lo que se ha visto obligada a recurrir a las ayudas y servicios desinteresados de estas instituciones, explica su responsable, Vicente Iglesias.

Cáritas reparte comida, medicinas y ropa entre quienes acuden a su instalación y en ocasiones aporta dinero para que los hogares más necesitados puedan hacer frente a pagos urgentes.