Teresa Cano, entrenadora de baloncesto y presidenta del club coruñés Adfro, empezó en la pintura de forma tardía. Fue después de una enfermedad, hace tres años, y entró en este arte como "una terapia". Ahora exhibe por primera vez su obra en la cafetería Tío Ovidio, que alberga hasta el próximo 17 de enero 24 de sus cuadros y grabados.

Según cuenta la autora, sus inicios fueron en el arte figurativo, aunque ha ido introduciendo pinceladas de impresionismo y, en los últimos tiempos, ha entrado "un poquito" en la abstracción. En algunos de los grabados aparecen figuras humanas, pero en los cuadros, realizados con óleo y acrílico, predomina la pintura de paisajes, centrada en la costa y en el mar: vistas de A Coruña, la Costa da Morte, el litoral ferrolano y el cuadro al que Cano se refiere como "la joya de la corona", una pintura del castillo de Santa Cruz, en Oleiros.

La obra de Cano presta especial atención a "la materia viva y el movimiento", y en sus cuadros dedicados al mar refleja el momento en el que la ola rompe sobre las rocas, los mares bravos de la Costa da Morte y la tormenta que ruge sobre la Torre de Hércules. Realiza algunos de sus cuadros a partir de fotografías, y otros partiendo de la imaginación, pues, según señala: "Como buena coruñesa estoy acostumbrada a los temporales y a ver el mar".

Los cuadros que se exponen en Tío Ovidio tienen precio y pueden adquirirse, pero, según señala Cano, vender cuadros "no es el objetivo final". Para ella, el arte sirve para "disfrutar" y para "irme a otro mundo diferente cuando las cosas se ponen difíciles en la vida".