La decisión de la Federación Gallega de Fútbol de renunciar a la construcción de su nueva sede administrativa en San Pedro de Visma ha llevado ya al Gobierno local a anunciar que llevará este asunto a los tribunales con el fin de hacer valer sus derechos.

Este proyecto forma parte del protocolo de colaboración suscrito entre la entidad federativa y el Ayuntamiento el 4 de julio de 2012 y que para el comienzo de las obras contó incluso con la presencia del presidente del fútbol español, Ángel María Villar. Ahora, con un nuevo mandatario al frente del organismo gallego, Rafael Louzán, expresidente de la Diputación de Pontevedra por el PP, el proyecto diseñado por su antecesor, José García Liñares, alcalde de Cerceda por el PSOE, ha quedado apartado para dejar paso a la adquisición de un local en Someso.

El cambio de rumbo adoptado por la federación ha llevado ya al Gobierno local a anunciar que le reclamará una indemnización por daños y perjuicios ante el incumplimiento del acuerdo de 2012. Mediante aquel pacto, el Ayuntamiento cedió de forma gratuita una superficie de 7.092 metros cuadrados durante 75 años al ente federativo con el fin de que construyese en ellos su nueva sede. Para ello se comprometía a modificar la calificación urbanística de los terrenos de forma que se pudiera levantar el edificio administrativo y a corregir el error apreciado en el plan general, en el que la parcela figuraba como de titularidad privada.

También estaba obligado el Concello a urbanizar todo el entorno, en el que se preveía la existencia de espacios libres en los que se podrían instalar equipamientos como canchas de baloncesto, zonas recreativas y juegos infantiles.

La Federación Gallega de Fútbol adquiría el compromiso de construir el edificio para su sede en un máximo de 24 meses desde la concesión de la licencia municipal. Ese inmueble albergaría también aulas de formación para alumnos y árbitros mediante actividades en las que podría participar el Concello.

También debía costear la federación la construcción de dos campos de fútbol que tendrían que ser cedidos al Ayuntamiento, puesto que pasarían a formar parte del equipamiento deportivo municipal, necesitado en la actualidad de estas instalaciones.

Las obras comenzaron en enero de 2015, pero en agosto la federación decidió paralizarlas ante la amenaza de denuncia por prevaricación en la adjudicación del contrato realizada por una constructora que participó en el concurso y que no llegó a concretarse. Ya entonces Louzán estaba al frente del organismo y se especulaba con la posibilidad de que el proyecto se abandonase.

El pasado 29 de diciembre la asamblea de la federación aprobaba por 60 votos contra 37 dar marcha atrás en la construcción de su sede en Visma, lo que da pie al Ayuntamiento para reclamar la devolución de los terrenos y una compensación económica por los daños causados, aunque los campos de fútbol están casi terminados.