La lluvia que caía sobre la ciudad el jueves a primera hora de la tarde era intensa, por lo que muchas personas se afanaban en coger el bus para evitar una buena mojadura. Arturo Pérez, el conductor de bus que fue distinguido por las Amas de Casa por su amabilidad, circulaba a bordo de su vehículo de trabajo por Primo de Rivera cuando vio que una joven corría hacia la parada para subir a este autobús. En su carrera, le cayó una carpeta que llevaba en las manos sin que se diera cuenta, pero Arturo le avisó desde la parada y esperó a que la recuperase para que después llegara al autobús. Una muestra más de su cortesía.