El hotel Emirates Palace , situado en el emirato árabe de Abu Dabi, es uno de los más lujosos del mundo. Repleto de mármol y oro y con suites exclusivas para miembros de la realeza, parte de la prensa especializada le ha atribuido honoríficamente siete estrellas. Este escenario de lujo fue ayer el escenario de un concierto de la Orquesta Sinfónica de Galicia dedicado a los compositores clásicos centroeuropeos. La formación coruñesa, que fue invitada por las autoridades del país para realizar una gira de dos conciertos, interpretó ayer ante un público exclusivo el Concierto para piano y orquesta número 4 de Ludwig van Beethoven y la Sexta Sinfonía de Gustav Mahler, con el acompañamiento como solista del pianista andaluz Javier Perianes.

La Sinfónica realiza hoy su segunda actuación en el país árabe con un escenario incluso más exótico que el del Emirates Palace, el de la antigua fortaleza de Al Jahili. En el castillo, construido en el siglo XIX para proteger los oasis cercanos y que actualmente está rehabilitado y rodeado por jardines, la Sinfónica gallega interpretará esta tarde el Preludio y muerte de amor de Tristán e Isolda, escrito por Richard Wagner, la Sinfonía nº4 de Johannes Brahms y la pieza Noches en los jardines de España, del autor español Manuel de Falla. En este concierto, como en el de ayer, la formación instrumental gallega actuará bajo la batuta de su director habitual, el ruso Dima Slobodeniouk.

Los conciertos en Abu Dabi constituyen la primera gira internacional de la Sinfónica en seis años y empezaron a fraguarse en 2014, cuando el Gobierno de Abu Dabi contactó con la orquesta gallega. Las autoridades abudabíes financian anualmente la gira de una orquesta extranjera por el país, una actividad en la que ya han participado algunas de las principales orquesta europeas. Para el gerente de la Sinfónica, Andrés Lacasa, el hecho de que este año se haya invitado a la orquesta coruñesa es un "espaldarazo" y una muestra de que posee "muchísimo renombre" en el circuito internacional.