Lejos de acercar posturas para alcanzar un acuerdo en torno a los presupuestos de 2016, el Gobierno de la Marea Atlántica y el PSOE mantienen su particular guerra de trincheras inamovible. Los de Xulio Ferreiro consideran que la información entregada es suficiente para iniciar las conversaciones y piden a los socialistas que hagan alguna propuesta para comenzar a hablar. Estos, por su parte, discrepan y se niegan a sentarse en una mesa hasta que se le entreguen más documentos. ¿Cuáles? Los anexos de inversiones y transferencias, el nivel de endeudamiento o el estado de ingresos y gastos.

La edil de Facenda, Eugenia Vieito, y el portavoz local del PSOE, José Manuel Dapena, personificaron ayer el enquistamiento de la negociación entre ambos partidos. El plan del Gobierno local es el de alcanzar un acuerdo bilateral con los socialistas, dejando en un segundo plano al BNG, que al contar con un solo edil tampoco garantizaría la mayoría, y al PP, con quien mantiene diferencias más insalvables.

Por ello, Vieito reclamó al PSOE la "responsabilidad suficiente" para poder alcanzar un consenso sobre los presupuestos. A su juicio, las 61 páginas de Excel entregadas a los de Dapena desde el Gobierno son material suficiente para comenzar las conversaciones. "No tiene sentido que se pidan los documentos que conformarán el expediente administrativo de los presupuestos ya que estos se confeccionarán de acuerdo con las negociaciones que tengan lugar", señaló la edil, en alusión a la comparación hecha por el PSOE un día antes con las más de 500 páginas que conformaban el expediente final de las cuentas de 2015.

El Gobierno les había entregado inicialmente a los socialistas 42 páginas el 11 de diciembre y, el miércoles por la mañana, otros 19 folios. Desde el PSOE entienden que esta información no sirve para sentarse a la mesa y alertan de que el alcalde, Xulio Ferreiro, está "incumpliendo una vez tras otra" los compromisos sellados con los socialistas en el acuerdo de investidura que lo aupó como regidor de la ciudad.

Dapena considera que desde el Gobierno se intentan bloquear las conversaciones ya que lo que se busca es gobernar en 2016 con los presupuestos prorrogados del año pasado, diseñados por el PP. "No hay información suficiente para hacer un análisis riguroso y nosotros no participaremos en la teatralización que hace de la negociación Ferreiro", arguyó.

Mientras ambos partidos continúan el tira y afloja, el tiempo avanza, con febrero a la vuelta de la esquina. El Gobierno mostró en las últimas semanas su voluntad "firme" de llevar a pleno la votación entorno a las cuentas que condicionarán el gasto del municipio en 2016.