Hace diez años la entonces ministra de Cultura, Carmen Calvo, y su séquito, formado por media docena de personas, utilizaba un reactor del Ejército del Aire para desplazarse de A Coruña a Vigo. Los treinta minutos que duró el vuelo costaron al Estado alrededor de 3.000 euros, según los cálculos realizados entonces por una empresa que contrata vuelos privados. La socialista alegó que tenía una agenda "tremenda", por lo que defendió que no le quedó más remedio que utilizar el avión para trasladarse entre las dos ciudades, separadas por 150 kilómetros. El ahorro de tiempo fue de una hora.

La ministra llegó a Galicia en el Falcon 900 del Ejército del Aire, un aparato con base en Torrejón de Ardoz dedicado, fundamentalmente, a misiones de ayuda humanitaria y al transporte de personalidades. Al día siguiente, el avión voló de Santiago a A Coruña para recoger a Calvo. De Alvedro despegó hacia Vigo y, de Peinador, regresó a la capital de España. "Hemos viajado en un Falcon, que es lo que siempre hago cuando tenemos agendas tan tremendas", justificó la socialista. La utilización del avión para trasladarse entre las ciudades gallegas, sin embargo, causó sorpresa entre personal aeronáutico, ya que el ahorro de tiempo en un desplazamiento entre A Coruña y Vigo con respecto al coche es "mínimo".

El motivo de la visita de la ministra del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero a Galicia hace un decenio fue asistir en Santiago de Compostela a una reunión del Patronato del Consejo del Xacobeo; visitar el Ayuntamiento e Inditex en A Coruña; y firmar un convenio en Vigo para financiar el Museo de Arte Contemporáneo.

Los expertos calcularon entonces que fletar un Falcon 900 para repetir el viaje oficial que hizo Calvo a Galicia en el jet de Defensa costaría más de 17.000 euros, pues la hora de vuelo se cotizaba a 6.000 euros.