El paso de peatones que une la parte de atrás del Kiosko Alfonso y los Cantones Village tiene diferentes texturas para las personas ciegas, pero es uno de los peores puntos de la ciudad para las sillas de ruedas. Hay una hendidura entre la rampa y la calzada, por lo que las ruedas se suelen enganchar y los usuarios necesitan ayuda para poder subir a la acera. Los impedimentos no acaban en esa suerte de canalón, sino que la rampa de la acera tiene también un bordillo. Para las personas con movilidad reducida es un grave problema, ya que es una obra recién hecha y no cumple con las normas de accesibilidad.