Cuando el Ayuntamiento instaló hace años una nueva parada del bus en la esquina de las avenidas de A Pasaxe y los Caídos, los coches siguieron aparcando en el lugar porque no se pintaron las señales en la calzada, lo que además renunciaron a hacer los responsables municipales. Las obras que se realizan en el subsuelo de ese tramo de calle fueron aprovechadas para ensanchar la acera en la zona de la parada del bus, al igual que en otros puntos de la ciudad, y así impedir el aparcamiento. Pero solo unos pocos días después de su apertura, el lugar ya sirve una vez más para que los conductores incívicos lo usen para estacionar.