El Arzobispado de Santiago ha presentado alegaciones contra la orden del Gobierno municipal que le instaba a devolver terrenos circundantes a tres templos católicos que la Iglesia había inscrito como propios. La institución religiosa aseguró ayer a este diario que estas parcelas, situadas en el entorno de la parroquia del Socorro del Barrio de las Flores, de la iglesia de Santiago y de la Colegiata de la Ciudad Vieja, son de su propiedad, y que tiene documentación que lo acredita. "El asunto está en manos de los servicios jurídicos del Obispado porque no tenemos dudas de que son de la Iglesia", señalaron fuentes oficiales.

La Concejalía de Rexeneración Urbana e Dereito á Vivenda envió el pasado 20 de octubre un escrito solicitando la "rectificación voluntaria" de la inmatriculación de estas propiedades, después de percatarse de que hay parcelas catastrales registradas a nombre de la Iglesia que realmente son, a su entender, "bienes de dominio público titularidad del Concello da Coruña".

En el entorno de la iglesia de Santiago, reclaman 256,46 metros cuadrados de "calles aledañas y atrio/plaza en la parte frontal". De la colegiata de Santa María, el Concello quiere recuperar 470 metros cuadrados, también correspondientes a "calles aledañas y del atrio/plaza en la parte frontal". En el caso del Barrio de las Flores, el Gobierno de la Marea Atlántica apunta a la plaza existente frente a la parroquia de la Resurrección, con una superficie de 678 metros cuadrados, si bien desde el Arzobispado afirman tener registrada "exclusivamente la edificación parroquial" y no la plaza. En el caso de los atrios de los otros dos templos, la Iglesia asegura que son de "uso público" pero insiste en reclamar su titularidad.

Este templo del Barrio de las Flores fue levantado por el propio Ayuntamiento en la década de los setenta, integrado dentro de la urbanización de este nuevo polígono residencial de la ciudad. Pasó a manos de la Iglesia en 1984 y tuvo que ser reformada por los arquitectos Andrés Fernández Albalat y Luis Vázquez Arcay, según recoge el libro Templos coruñeses, autoría del sacerdote Carlos García Cortés.

La instancia municipal concedía al Arzobispado un plazo de dos meses, desde el día de la notificación, para proceder a "dicha rectificación voluntaria", con quince días previos para alegaciones. Transcurridos esos sesenta días, los responsables municipales de Rexeneración Urbana e Dereito á Vivenda manifestaron su intención de trasladar el expediente a los servicios jurídicos del Concello para "la presentación de la correspondiente demanda civil declarativa de dominio o cualquier otra que se estime pertinente".