Los presupuestos recortan la previsión de ingresos para el próximo año. El Ejecutivo local argumenta que quiere evitar la "sobrestimación artificial" de la recaudación "llevada a cabo en anteriores ejercicios de gobierno con la finalidad de tener más gasto teóricamente disponible". En virtud de la ejecución real de los últimos años, merman, por ejemplo, todas las estimaciones por impuestos y tasas vinculadas a la construcción. También a las multas. El cobro de sanciones de hacienda, de circulación, urbanísticas y de demás naturalezas decrece hasta el 11%, incluidos los recargos que se imponen a los vecinos que demoran su pago más allá de los plazos legales y a los que hay que apremiar.

El Gobierno local ha entregado a la oposición el proyecto de presupuestos de 2016, que prevé llevar a pleno en febrero y para el que necesita, como grupo en minoría, los votos de otra fuerza. En ellos, mete tijera a la previsión de ingresos, un 3,83% menos para que la realidad se ajuste a final de año a las metas de partida. Entre las rebajas, está el conjunto de multas por infracciones urbanísticas, por infracciones respecto a los impuestos y tasas municipales y por la violación de la ordenanza de circulación. Calculan que las arcas locales recibirán 5,8 millones de euros en 2016, cuando las previsiones de 2015 superaban los 6,5 millones.

En concreto, el Gobierno local prevé ingresar de los infractores de circulación identificados y denunciados un 16% menos que lo que se reflejaba en los presupuestos de 2015 (pasa de cinco millones de euros a 4,2 millones). Se mantendrían las multas urbanísticas (50.000 euros) y las tributarias (500.000 euros). Caería asimismo el cobro de multas que no se abonaron a tiempo, en el caso de aquellas en las que el Ayuntamiento tiene que intervenir por vía ejecutiva. El descenso es del 35,48% (de 155.000 euros a 100.000).

Como ya había avanzado el Gobierno municipal en diciembre, cuando presentó las líneas generales de las cuentas de 2016, también se desinflan los ingresos por la actividad inmobiliaria, hasta el 20%. Es el caso del Impuesto de Construcciones, Instalaciones y Obras (ICIO), que se queda en 3,6 millones. Es un 14,2% menos que en las últimas cuentas del PP, que ya había rebajado un 20% los cálculos de 2014. Unos vaticinios que estuvieron muy lejos de cumplirse. A principios de aquel año, el anterior Ejecutivo creyó que recabaría 5,16 millones y la liquidación final refleja que fueron solo la mitad. En la misma línea, las cuentas de 2016 reducen un 40% las expectativas de recaudación por las cédulas de habitabilidad y licencias de primera ocupación y un 25% las licencias urbanísticas.

También hay conceptos que se elevan. En el proyecto avanzado, se mantiene la recaudación por IBI urbano (el principal ingreso municipal con 59,4 millones de euros) y asciende un 42,16% el de inmuebles con características especiales. Crece un 34,23% - de 5,9 millones a ocho millones de euros- la estimación de ingresos por la tasa de basura de las viviendas y baja ligeramente la empresarial -de 253 a 2,35 millones-.

El cálculo de ingresos patrimoniales merma un total de 1,18 millones, a pesar del aumento de recaudación incluida por la nueva concesión de la ORA (913.357 euros). Descienden de 5,5 a 4 millones la cantidad que engrosan los dividendos de Emalcsa. A esto se suma la minoración de las transferencias de capital procedentes de otras administraciones (un 2,9% menos el Estado, un 54,8% menos la Xunta y un 83,9% menos la Diputación coruñesa). Desaparecen asimismo, respecto al presupuesto del año pasado, los 2,7 millones que transfirió la Fundación Amancio Ortega para la construcción del nuevo complejo de Padre Rubinos en la carretera de los Fuertes.

La operación de refinanciación bancaria afecta también a los ingresos de 2016 (3 millones de euros), lo que supone por la parte de los gastos un ahorro de costes financiero (intereses) de dos millones.