El presupuesto municipal piensa en clave de 2016. Al igual que el pasado año, las inversiones a largo plazo son una minoría en las estimaciones de gasto del Gobierno municipal. Si con el PP eran 28 de 182, en el primer presupuesto de Marea Atlántica son una treintena, un 16% del total.

Más de la mitad de estos proyectos (17) se adscriben al área de Infraestructuras, dos a Urbanismo y uno a Vivienda, todos departamentos de la concejalía de Rexeneración Urbana e Vivenda. En el caso de Infraestructuras son planes de mejora de espacios públicos y programan una inversión continuada hasta el final del mandato.

Para 2016 se consigna una inversión menor, que irá creciendo con el paso de los ejercicios. Son, por ejemplo, las actuaciones para la mejora de estacionamiento en la calle, con 385.000 euros hasta 2019, cubiertas (385.000), modernización de túneles (770.000), modernización de redes de servicio (2,25 millones), mejora de la movilidad de tráfico (2,25 millones), reposición y adquisición de mobiliario urbano (780.000), reposición en aceras y calzadas (1,54 millones) o la modernización de la red de saneamiento (3,58 millones de euros).

Los planes plurianuales con mayor dotación económica para este área son de mejoras de accesibilidad de vías públicas (con 6,9 millones hasta 2019); y el de modernización de plazas y vías públicas (con 7,2 millones de euros). Aquí se inscribirían las reformas de las plazas de San Pablo y del mercado de Monte Alto. El Gobierno local prevé rebajar el coste previsto por el Partido Popular, que ideó ambas acciones.

Dentro de Infraestructuras hay un plan bianual, las mejoras de accesibilidad del Distrito 4 (Mallos, Sagrada Familia), que deberían estar terminadas en 2017, al igual que los 100 pisos públicos que se pretenden levantar en el ofimático. En el área de Urbanismo figura un clásico de esta lista, el parque ofimático, que se prolongaría también hasta 2019, pendiente de la solución después de una sentencia que anula la adjudicación millonaria de los trabajos.

En dos años se prevén cerrar también las obras de sellado del vertedero de Bens, dotadas con 1,16 millones; y en tres, la cubierta y estructura metálica de Riazor. Las fases de la reforma de Santa Lucía se prolongarían hasta 2018 y el Remanso, a lo largo de este ejercicio.