Dicen que es muy sano despedirse con besos, aunque hay parejas que llevan el consejo hasta las últimas consecuencias. En una calle de Monte Alto, algunos coches vieron interrumpida su marcha por un vehículo parado en mitad de la calle. De él se había bajado una mujer que, enseguida, se acercó a la ventanilla del conductor para darle un apasionado beso. A los que venían detrás les tocó esperar.