Cambio climático en la calle pero también en el interior de la oficina central de Correos. Los usuarios se veían atacados la pasada semana al entrar en las dependencias de la Marina por un poderoso golpe de calor. Lo peor, para los empleados, ataviados para un día cualquiera de agosto en una playa caribeña. Manga corta y también abanicos. Perfecta temperatura para una lipotimia o incluso para abonarse a la gripe al acabar la jornada laboral y salir al exterior. Lo peor es que están abonados a las temperaturas extremas porque parece que una semana antes las mismas instalaciones eran un auténtico congelador.