El Colegio de Abogados de A Coruña celebró la semana pasada el Día Europeo de la mediación, una institución que se presenta como alternativa a la vía jurisdiccional para solucionar conflictos. La Unión Europea apuesta por el servicio, del que pueden hacer uso todos los coruñeses por un precio que oscila entre 120 y 600 euros por persona. Casi todos los casos que llegan a la entidad colegial son los relacionados con asuntos de familia como separaciones o divorcios, pero este año comenzarán a derivarle procesos los juzgados de lo Penal.

-¿En qué casos recomienda la mediación?

-Es recomendable en cualquier situación de conflicto entre partes. En España cabe la mediación en todos los órdenes jurisdiccionales, incluido el Penal. Es especialmente apropiada para asuntos de familia, hereditarios, relativos a comunidades de propietarios, a pequeños conflictos entre empresas, en ciertos temas laborales y en los antes llamados juicios de faltas. Es apropiada para buscar soluciones entre las partes que buscan una justicia restaurativa.

-¿Qué jurisdicciones son las que más recurren a ella?

-La Civil. Los asuntos de familia son los más reiterados en A Coruña, y ha entrado ya alguna mediación Mercantil.

-¿Cuáles son los casos en los que más interviene la comisión en A Coruña?

-Los divorcios y las separaciones siguen predominando. Se va a poner en marcha un programa piloto de derivación penal.

-¿Qué ventajas tiene la mediación?

-Con respecto a los procedimientos judiciales, tiene cuatro: es menos costoso, más rápido, más flexible y busca soluciones a las que llegan las propias partes y, por tanto, son menos agresivas.

-¿Es necesario contar con abogado para solicitarla?

-Los usuarios no tienen necesidad de pasar por los juzgados para nada. Pueden pedir directamente la mediación. Y las partes pueden acudir con abogado o sin él.

-¿Cuánto cuesta el servicio?

-No tiene un coste predeterminado. Estamos siendo de manga abierta en el ánimo de divulgar el servicio y la propia mediación como institución. Cuesta entre 300 y 600 euros por persona. De momento, es un coste muy bajito. Si el proceso no se alarga en demasía, con la cuota de entrada, que es de entre 120 y 150 euros, es suficiente. El colegio está haciendo un esfuerzo económico importante y tiene que darse un impulso desde las administraciones. Hay mucho camino por delante. Creemos que es una institución que ha venido para quedarse. El colegio ha trabajado en el servicio desde 2011 y cualquier ciudadano puede hacer uso de él.

-¿Por qué solo han intervenido en 20 casos desde 2013?

-Puede parecer una cifra baja, pero hay que considerar las circunstancias y la juventud de la institución, falta información. En A Coruña hay 200 abogados mediadores que asistieron a cursos de formación y a talleres prácticos. Ahora estamos impulsando decididamente el servicio. No todos los jueces y abogados son proclives. En 2015 la cifra se duplicó con respecto a 2014. En 2016 esperemos que haya más del doble de casos que en 2015. Lejos de entender que se a un número negativo, la sensación es que el tema va calando. No es la panacea ni la alternativa a los juzgados, pero va a acabar siendo complementaria a la administración de justicia.

-¿Cuáles son las principales críticas que recibe?

-Las hay de carácter sociológico, que señalan que el carácter latino da mal con la mediación, pero no tienen fundamento técnico. Y, otras, que sostienen que la labor de mediación siempre la ha realizado el abogado. Los abogados no hacemos mediación, hacemos negociación de parte. En este caso, un tercero introduce a las partes a un diálogo para que lleguen a soluciones consensuadas.

-¿Tiene la misma validez que una sentencia?

-El acuerdo es ejecutivo como una resolución judicial porque se documenta ante notario. A la mediación se acude libre y voluntariamente y se aparta uno también de forma libre. Es confidencial. Ninguna de las partes puede utilizar nada de la mediación en un litigio posterior ante un juzgado.