Se pasaron las tardes buceando en internet y metiendo la nariz en los libros, entre datos y titulares de entrevistas que diesen credibilidad a cada palabra que fuese a salir de su boca. Siete alumnos de la asignatura de Oratoria del colegio de las Esclavas participaron el pasado fin de semana en la primera edición del Torneo de Debate Sagrado Corazón de Jesús. Hicieron dos grupos y, uno de ellos consiguió llegar a la final contra el equipo del colegio SEK, y colgarse la medalla de plata por su defensa de que es posible combatir el cambio climático sin reducir el nivel de vida.

Ese era el tema de todos los debates. "Nos pasamos tardes enteras preparándolo, casi comíamos aquí", explica Teresa Almoyna, que hacía las conclusiones de su equipo. En el concurso participaron 16 formaciones, de doce colegios de toda España y, si se tienen que quedar con algo, los debatientes se quedan "con la experiencia", con el momento en el que les dijeron que uno de los grupos había entrado en la final, y con el agradecimiento del premio, cuando la portavoz del grupo subcampeón dijo que lo compartiría con el otro equipo de las Esclavas, que cayó, tras cuatro debates, en la primera fase del concurso.

Aseguran que se lo merecían tanto como ellos, porque había sido un trabajo hecho entre todos, así que el cheque de 200 euros para gastar en El Corte Inglés se repartirá entre los siete jóvenes, de primero de Bachillerato. Hubo de todo, hasta lágrimas, recuerdan.

La profesora de Oratoria Malús Rey es la artífice de esta iniciativa, comenta que el colegio tiene "tradición" de hacer debates y habla de su asignatura como "una apuesta de futuro", ya que "todas las universidades importantes" prestan especial interés a la comunicación.

"Es muy importante no solo lo que dices, sino cómo lo dices y teníamos que llevar documentación, para probar que no nos estábamos inventando los argumentos, que eran reales. 'No lo digo yo, lo dice la Nasa", recuerda Andrea Prieto, que dijo en alguna ocasión. Su papel era el de refutadora, el de intentar contrarrestar con hechos las ideas lanzadas por los demás.

Dice Malús Rey, que la asignatura "no llega a nada" cuando se trata de preparar citas como la del torneo nacional, así que, tienen que hacer "un esfuerzo extra" aún cuando coincida con tiempo libre o exámenes. Y es que, cuando empezaron en la asignatura, "no sabían casi nada", pero ahora volverían a ponerse sobre el escenario otra vez, sin pensárselo dos veces, incluso los más tímidos. Recuerda Lucas F. Eiroa, que el año pasado, el colegio participó con tres grupos en el torneo de debate organizado por el Ayuntamiento y que fue una buena experiencia para todos. Rey dice que han "llamado a muchas puertas" para volver a celebrar esta cita, aunque todavía ninguna se ha abierto. Se muestra convencida, sin embargo, de que "habrá debate porque A Coruña quiere", sin importar si los participantes se expresan "en gallego o en castellano" ni si son de Secundaria o Bachillerato, ni siquiera "la tendencia política" o el colegio al que asistan.

En esta iniciativa, además de los encargados de la exposición inicial, Juan Maciñeira y Juan Bolaños, de los refutadores Lucas F. Eiroa, Andrea Prieto y María José Mira, y de las conclusionistas Teresa Almoyna y Ana Boedo, participó la profesora del primer curso de Oratoria, Antonieta Bello, que es el primer año que se enfrenta al reto del concurso estatal.