Carlos Negreira gobernó la ola buena del Partido Popular de A Coruña. El desgaste socialista en Madrid y en A Coruña, y cuatro años de travesía en la oposición le auparon a la Alcaldía de la ciudad, una anhelada pieza para los populares por su simbolismo tras 28 años de regidores socialistas. Pero la conquista solo duró cuatro años y el sueño de gobierno se transformó en pesadilla de oposición. Primero en las elecciones municipales, en las que Negreira perdió la Alcaldía y en las que el PP provincial que preside se quedó sin la Diputación y sin los ayuntamientos de Santiago y Ferrol. Después en las generales, en las que los populares se desplomaron de 340.206 a 237.837 votos en la provincia. La renuncia de Negreira como concejal y líder del aparato político popular coruñés era un paso que el exalcalde estaba obligado a dar como máximo responsable y cabeza visible de la debacle. La decisión ya se la había comunicado a sus fieles tras las municipales y solo la pospuso a petición del partido hasta después de las generales como parche ante un futuro que temían. A la vista del resultado final, el PP coruñés ha perdido casi un año en activar la renovación con la que Negreira justifica su marcha.