El cantautor Lukas Layton (Úbeda, 1995) acaba de publicar su primer álbum, Wicked Glory, en el que explora un sonido de rock oscuro, con toques de psicodelia, a través de canciones tanto en inglés como en español. Lo presentará en concierto hoy a las 19.00 horas en la Fnac.

-Empezó en la música cuando estaba en el instituto.

-Sí, en 2010, aunque desde pequeño he sido un melómano. Empecé a componer a raíz de un trabajo de clase que consistía hacer un disco, y en 2012 saqué mi primera maqueta. Al año siguiente publiqué la segunda, en la que empezaba a probar la electrónica, el hip hop y otros estilos musicales. Después, en 2014, conocí a mi productor, Sergio Muelas, y nos adentramos en el proceso creativo de este primer disco de estudio.

-En este álbum se decanta por el rock y deja atrás estas influencias del hip hop y la electrónica. ¿Por qué?

-Siempre me ha gustado experimentar, pero a la hora de realizar canciones muy personales y propias quería un estilo que se asemejara a mi forma de ser y a mi visión de la vida. Quería algo muy oscuro, muy con tintes rock, psicodélicos, progresivos. El sonido que encontramos me gustó.

-Aparte de que el sonido sea oscuro, algunas letras también lo son. Por ejemplo, en la canción Highway, dice: HighwayYou choose the right direction, I'm happy choosing the wrong path

-Hay canciones que son vivencias personales mías en un ochenta por ciento. A la hora de componer otras me he basado en iconos del rock, como Jim Morrison, y en su estilo de vida oscuro y salvaje, que siempre me inspira muchísimo a la hora de componer. Me evoca un paisaje sonoro muy salvaje, muy gamberro. Me transporta a los antiguos festivales de música como Woodstock y a movimientos de los 70, súper liberales y cargados de fuerza. Es lo que me ha inspirado para hacer este disco.

-Pero esa vida conlleva una dimensión autodestructiva.

-Sí, hay algunas canciones cargadas de odio y rabia. Y creo que eso también es una parte fundamental a la hora de ser uno mismo; no todo es felicidad. Si hay canciones de amor también hay que hablar de la parte de furia y oscuridad que todos tenemos dentro.

-En otro de los temas, El Quinto Incendio

-La canción la compuse por mi abuelo, que falleció en mayo. Perder a alguien no es algo por lo que se pueda sonreír, y quise hacer una letra un poco agridulce. Con un estribillo un esperanzador y una letra cruda que definiesen la situación en la que me encontraba. Con ese verso quería decir que, tras una muerte, sigues pensando en el fallecido pero de manera diferente. Su recuerdo te evoca muchos sentimientos y la muerte queda a un lado.

-Tiene letras tanto en español como en inglés. ¿Emplea cada idioma para hablar de cuestiones diferentes?

-El castellano lo suelo utilizar para canciones muy personales y vivencias propias. El inglés lo utilizo de manera más onírica, a la hora de evocar sentimientos e ideas.

-¿Cuáles son sus referentes musicales para Wicked Glory

-Iconos del rock como Jim Morrison, Jimi Hendrix, Janis Joplin. Han sido el tándem en el que me he centrado para definir la línea musical de este disco.

-¿Cómo son las canciones que está componiendo ahora?

-Seguiré esta línea, pero vamos a probar con un sonido más ochentero, utilizando más sintetizadores y letras más festivas, más felices.