Los juzgados coruñeses acogieron ayer la primera vista en la que un vecino de la ciudad reclamó el boleto de primitiva perdido y premiado con 4,7 millones. De los más de 200 coruñeses que acudieron al Ayuntamiento para proclamarse propietarios del décimo pocos recurrieron a los tribunales debido al coste que supone. El hombre que asegura que selló el boleto no testificó durante el juicio porque no fue requerido por el abogado que representa a la Sociedad de Loterías y Apuestas del Estado, que es la parte demandada. El letrado del coruñés no pudo citarlo, pero sí solicitó que declarase como testigo la compañera sentimental de su cliente, quien se mostró convencida de que es el dueño de la primitiva. En el proceso también se personó el lotero de San Agustín, que fue quien encontró el boleto premiado y que es hermano del delegado de Loterías en A Coruña. En caso de que su dueño no pruebe que le pertenece, el lotero cobrará el premio íntegro.

"El boleto es suyo", aseveró la novia del demandante, quien relató ante el magistrado de Primera Instancia número 4 de A Coruña que ella y su novio pasaron la tarde del 26 de junio de 2012 en el Carrefour de Alfonso Molina, donde el hombre selló el boleto. El día 29 por la mañana regresaron al centro comercial. El 2 de julio, él y su compañera sentimental se desplazaron a un establecimiento de la plaza del Humor. Después, se separaron. Él fue a la administración de lotería a comprobar varios boletos; y ella, al supermercado.

"Al volver estaba muy enfadado. Me dijo que le habían dado 4,70 euros, pero que le pareció rarísimo porque en la máquina había visto muchos números. Le pidió el comprobante al lotero, pero le dijo que no tenía papel y no se lo dio", relató la testigo, quien añadió: "Yo le dije que se calmase, que seguro que había sido un malentendido. En ese momento tampoco sabes qué hacer". El abogado de Loterías le preguntó si estaba segura de que su compañero sentimental había visto números en la máquina. "Vio algo, números, dígitos, letras... No supo lo que vio. A mí me resultó extraño por lo afectado que estaba. Él vio una secuencia larga", explicó la pareja del demandante.

El abogado del coruñés que sostiene que selló la primitiva perdida destacó que el lugar, la fecha y la hora de sellado y comprobación del boleto que aportó su cliente no coinciden "con los aparecidos en la prensa". Además, alegó que en la primitiva localizaron once huellas, de las que seis son parciales, por lo que carecen de valor identificativo. "Alguna podría ser la de mi patrocinado", señaló.

El representante de la Sociedad de Loterías y Apuestas del Estado arguyó que los hechos "no están acreditados" porque el demandante carece "de pruebas o de indicios". Así, destacó que en un primer momento el coruñés contó que había sellado el boleto el día 29 y, después, rectificó para decir que fue el 26. La parte demandada, además, reveló que cuando hay premios millonarios, en la máquina no aparecen números, sino una frase: "Error de pago. Premio superior, llevar a la delegación". El abogado insistió en que las pruebas aportadas no son "concluyentes" y que el examen datiloscopio dio negativo. El representante del lotero aportó los mismos argumentos que el del Estado.

El letrado del demandante informó de que el dueño de la administración de la plaza de San Agustín intentó cobrar el boleto dos veces el 2 de julio, una a las 11.25 y la otra 15 minutos más tarde, pero no pudo porque la máquina le derivaba a la delegación. Allí, según el denunciante, volvió a intentar cobrar, pero el abogado del Estado desconfió y decretó que el Ayuntamiento iniciase un expediente de hallazgo. El Concello rechazó las solicitudes de las personas que reclamaron el boleto por carecer de credibilidad.