La asociación de vecinos de Novo Mesoiro reclama a la Xunta y al Concello que no utilicen los problemas de convivencia que sufre la comunidad de residentes en un edificio de la calle Ribeira Sacra como una "disputa" entre administraciones y que se coordinen para "buscar una solución".

La asociación se reunió este jueves con el delegado territorial de la Xunta para abordar esta situación pero aseguró que la expulsión de los okupas que viven en algunas de las viviendas del inmueble "no es la solución". "Los problemas vienen desde que se entregaron los pisos, hace ya cinco años, y los okupas entraron hace unos meses. Además, son familias en las que hay menores", comentó el presidente de la asociación, Xosé Aller.

La entidad pide al Concello que rehabilite los bajos del edificio y que se coordine con el Instituto Galego de Vivenda e Solo para controlar el bloque, mientras que a la Xunta le solicita controles a los vecinos de alquilados que tenga en sus propiedades.