De los tres timadores que lograron apoderarse de los 590 euros que un vecino de la ciudad acababa de sacar del banco tan solo uno se sentó en el banquillo de los acusados del Juzgado de lo Penal número 1 de A Coruña. Los otros dos se encuentran en búsqueda y captura. El procesado, quien aceptó ser condenado a un año de cárcel, reconoció que urdió un plan con sus otros dos compañeros para ejecutar un timo. Escogieron como objetivo a un hombre de 79 años, quien acudió el 14 de septiembre de 2010 sobre las 12.30 horas a una sucursal bancaria situada en las cercanías de la fuente de Cuatro Caminos. Uno de los acusados lo siguió y, tras comprobar que la víctima realizaba una retirada de 590 euros en efectivo y que los introducía en un dietario que llevaba en la mano, abandonó el banco sin ejecutar ninguna operación.

El condenado, una vez que salió el perjudicado, lo abordó por la espalda y lo roció con pintura roja para, a continuación, ofrecerse a ayudarle a limpiar la ropa. Además, le aseguró que había visto cómo caía pintura de un piso próximo a la entidad bancaria. "Valiéndose de buenas palabras y un trato amable, el acusado convenció al afectado para entrar en el edificio y subir a reprochar lo ocurrido a los supuestos pintores causantes de la mancha", relata el juez en la sentencia, en la que sostiene que en el tercer piso del inmueble los esperaba el tercer implicado en el timo. El magistrado considera probado que los dos procesados comenzaron a hablarle "simultáneamente y de manera amable y cortés" a la víctima, quien se encontraba "en un estado de confusión y vulnerabilidad dada su avanzada edad". De esta forma, consiguieron ganarse su confianza y que, con la excusa de ayudarle a limpiarse, depositase en las escaleras el dietario que contenía el dinero. Mientras uno de los imputados continuaba "con las maniobras de distracción", el otro aprovechó para apoderarse del dinero sin que la víctima se percatase. Los acusados huyeron después de excusarse con el afectado diciéndole que iban a asegurarse de que en el piso se encontraban los pintores.

El procesado que fue localizado por el juzgado aceptó ser condenado a un año de cárcel, a devolverle los 590 euros al perjudicado y a pagar los costes del procedimiento judicial. El sospechoso, que tiene antecedentes penales por cometer hechos similares, se mostró conforme con el acuerdo al que llegó su abogado con la Fiscalía, por lo que el juicio no se celebró y el magistrado dictó sentencia oral en la sala. Contra el fallo no cabe recurso.