Un vecino de la ronda de Outeiro fue condenado a un año de cárcel por vender objetos, principalmente joyas, que fueron robadas de dos domicilios de A Coruña después de que les hurtasen los bolsos a sus dueñas. El sospechoso, que no ingresará en prisión, consiguió 4.980 euros con la venta de los efectos en establecimientos de compra venta de oro. El juez relata en la sentencia que "personas que no han podido ser identificadas" se apoderaron sobre las 15.00 horas del 29 de enero de 2012 del bolso que una vecina de la ciudad había dejado colgado en el respaldo de una silla de un establecimiento de la calle Manuel Murguía. Después, los individuos se dirigieron al domicilio de la víctima, situado en la calle Rey Abdullah, y se apoderaron de joyas y otros objetos, que fueron tasados en 189 euros.

Los mismos ladrones, según señala el magistrado del Juzgado de lo Penal número 1 en el fallo, sobre las 20.15 horas del 24 de marzo de 2012 accedieron al interior de una cafetería de la calle Real y aprovecharon el descuido de una clienta para hurtarle el bolso que tenía colgado en la silla en la que estaba sentada. Los individuos se dirigieron rápidamente al piso en el que residen la víctima y su marido, ubicado en la avenida General Sanjurjo, en el que entraron utilizando las llaves que la mujer tenía en el bolso. Una vez dentro, robaron efectos por valor de 5.013 euros.

El condenado, según consta en la sentencia, recibió "al menos algunos de los efectos sustraídos" y los guardó en su domicilio, situado en la ronda de Outeiro. Algunas de las joyas que fueron vendidas a establecimientos de compra venta de oro fueron recuperadas por la policía. El procesado deberá indemnizar a las víctimas por los objetos que les robaron y que no pudieron recuperar. El sentenciado tiene antecedentes penales, pero no computables a efectos de reincidencia porque son por cometer delitos diferentes al de receptación, por el que ha sido condenado.