No; por desgracia, a pesar del título, no hemos recuperado el Festival Mozart; y, lo que es peor, la Temporada Lírica, ésa que denominé en su oportunidad "fusión fría" (con el también extinto Festival de Amigos de la Ópera), parece hallarse asimismo en grave peligro. Son "malos tiempos para la lírica". El encabezamiento se debe a que La Pequeña Banda nos ha traído un "pequeño festival" con obras de Mozart. La agrupación tiene ya un importante currículo y un bien ganado prestigio desde su nacimiento (1972) hasta nuestros días. Es una formación versátil que en A Coruña se presentó con once instrumentistas para tocar al Mozart más amable: el de las casaciones, serenatas y divertimentos, Sin embargo, salvo la célebre Serenata Nocturna, obra de madurez, no está aquí lo mejor del músico de Salzburgo. Por otra parte, los problemas que plantean los instrumentos con cuerdas de tripa (reiteradamente desafinados) y las trompas naturales (con repetidos errores) restan bastante capacidad de entusiasmo al público. Que además se vio sorprendido por la escasa sonoridad de los arcos cuando tocaban solos. Añádase a ello que otras particularidades -tales como la falta de violonchelos (sustituidos por un contrabajo) o la ausencia de aviso de una interpolación en la Serenata Nocturna (se tocó, como primer minuetto, uno de los seis que integran la KV 599)- provocaron el desconcierto y el aplauso extemporáneo. Una lástima porque sin duda todos los integrantes de La Petite Bande, incluido su director-concertino, son notables profesionales y tocan con gusto y un refinado sentido de la dinámica. Estamos deseando escucharlos otra vez con un nuevo programa.