El abogado del maderero de Cambre secuestrado durante cinco días en enero de 2014 demanda a los ocho procesados que no intenten forzar otro aplazamiento del juicio para negociar un pacto que evitaría que se sentasen en el banquillo. La Fiscalía reclama para los sospechosos penas que oscilan entre los diez y los trece años de cárcel. La sección primera de la Audiencia Provincial fijó la sesión para el miércoles, jueves y viernes de la próxima semana, por lo que la víctima exige a los sospechosos que no traten de poner "excusas" para conseguir el aplazamiento. El pasado 2 de diciembre estaba todo preparado en la sala de vistas de la Audiencia Provincial para el inicio de la sesión cuando tres de los ocho procesados renunciaron a sus abogados.

El letrado que defiende los intereses del afectado, José Ramón Sierra, achacó entonces la suspensión a un intento de los imputados de ganar tiempo para conseguir un acuerdo con él y con el fiscal. Tanto las defensas de los procesados como la acusación pública y la particular mantuvieron contactos, pero el pacto no se cerró. La negociación, no obstante, puede concertarse el mismo día del juicio, antes de su inicio. En caso de que la próxima semana pacten la indemnización y las penas, la vista oral no se celebrará y el tribunal dictará sentencia oral en la sala. Contra el fallo no cabría recurso porque sería dictado bajo la conformidad de todas las partes implicadas en el proceso.

Las acusaciones sostienen en sus informes que los imputados planearon y ejecutaron el secuestro del empresario para conseguir 70.000 euros a cambio de su liberación. Aunque se equivocaron de persona -el objetivo era el hermano de la víctima-, siguieron adelante con su propósito. Así, consiguieron que se desplazase hasta una pista de Aranga bajo el pretexto de que tenían un monte con madera para venderle. Una vez allí, lo introdujeron a punta de pistola en el maletero de un coche y lo trasladaron hasta casa abandonada de Palas de Rei (Lugo). Al día siguiente, decidieron cambiar su ubicación hasta un cobertizo de dos metros cuadrados de una vivienda de Lalín, donde permaneció retenido cinco días hasta que fue rescatado por medio centenar de agentes. Durante los días que permaneció secuestrado, el maderero se veía obligado "a orinar en una esquina en la que se había depositado serrín y a hacer sus heces en un cubo con agua", según relata la Fiscalía en su informe. La víctima permaneció durante todo el tiempo con la cara cubierta por un gorro. El fiscal reclama que los imputados indemnicen al perjudicado con 70.000 euros y, el abogado del maderero, 200.000.